Todos los sistemas físicos (es decir, las cosas que existen en este mundo) son sistemas causales. Eso significa que no puede haber una respuesta antes de que llegue el estímulo. Según la ingeniería de control, es imposible construir un sistema físico cuyo estado dependa no sólo de los estados anteriores y los estímulos externos, sino también de los estados o estímulos futuros.
O sea que no se puede tener nostalgia de algo que aún no pasa.
Sin embargo, es matemáticamente posible modelar un sistema no-causal, el cual reacciona a los estímulos futuros.
Un día en febrero de este año, mientras descansaba un poco contemplando en silencio un techo rentado, de repente me imaginé ya subido en el avión, rumbo a tierras lejanas. Tenía muchísimas ganas de ya no estar allí, sino acá, ya con nuevas emociones, conociendo lugares y personas nuevas... Fue un sentimiento muy extraño. No era exactamente emoción, puesto que ésta normalmente conlleva felicidad, o al menos una sonrisa; lo que sentí en ese momento era más como la falta de eso, como un vacío, como nostalgia...
La nostalgia, como bien dice Lenna, implica querer regresar a un lugar, o al pasado. Y precisamente en febrero mis circunstancias eran muy particulares. Ahora estoy en otro lugar, en otro tiempo, con otras personas, con otra ropa...
A veces uno tiene episodios en el pasado que quiere olvidar o negar que ocurrieron.
En este caso no es así.
Pero a veces en mi vida han habido episodios tan cercanos que parecen contemporáneos; tan contemporáneos que parecen revolverse... y no, no quiero eso. No me arrepiento de nada de lo que pasó; si cometí errores, los hice de manera consciente. No quiero olvidarme de eso. Pero sí a veces me gustaría que fuera un poco más lejano, que ya hubiera pasado más tiempo. Así que --aprovechando que la RAE me permite cantinflear--, no es que quiera regresar, ni que no quiera regresar, sino que ojalá hubiera sido hace más y no hace menos, oséase de que el tiempo al que no quiero ni regresar ni no regresar se moviera tantito más p'allá, que estuviera más en el pasado, no porque no lo esté, sino que a veces el calendario dice cosas que de plano pues uno no siente y pues como que sí se saca de onda uno, ¿no? Hasta siente uno que le van a reclamar porque, óigame, primero está usté en una cosa, y luego en la otra, y resulta que un día de estos le va a dar nostalgia o lo va a negar, pero no, es como lo contrario, oséase de que ya encierren al perro en el baño, pa' que no ande molestando a las visitas...
Marzo y abril fueron maravillosos. O, ¿cómo describirían ustedes pasar dos meses de vacaciones pagadas en un país exóticamente hermoso (y hermosamente exótico), rodeado de gente con quien, así, sin mucho problema, sin mucho trámite, rápido hicieron amistad, con la única responsabilidad de dejar que te ayuden a entender el idioma local? Y sí, tomé cientos de fotos y docenas de horas de video. Esos recuerdos digitales están ahí perfectamente categorizados, ordenados, clasificados, para que no se pierda nada, para que no se olvide nada, para tener presente todo... y están un poquito tristes, esperando un cierre, un resumen, un video que tengo pendiente armar cuando tenga tiempo... recuerdos digitales nostálgicos de que cada vez se va pasando más el tiempo, y ya estamos en junio, y si me descuido va a llegar noviembre, y yo no les he dado el cierre debido.
Esos son los recuerdos digitales. En el mundo real, ya cerré ese capítulo. Lo recuerdo con muchísimo cariño, pero mis circunstancias actuales, diferentes, no tienen por qué ser menos buenas. Y las futuras, todavía mejor.
Así que no, no quiero regresar. Quiero seguir adelante.
¿A ustedes les ha pasado algo así? ¿O debería conseguir un psiquiatra?
;)
La interpretación del presente escrito queda bajo responsabilidad del lector.