9/2/09

Cuando te mira de vuelta.



Lentamente, aún medio dormido, levantas la cabeza. Ahí está de nuevo, no se ha ido y te sigue mirando con esos ojos tristes que te traen tantos recuerdos que duelen. Por qué se empeña en acumular basura desde hace tantos años?... Bajas la mirada y antes de que el nudo se forme en tu garganta murmuras un 'lárgate, déjame en paz de una vez por todas'...

Ese día no vuelves a verlo, evitas a toda costa encontrarlo. Quizás esta vez sí te escuchó y no volverá a molestarte con sus melancolías y sus tontas nostalgias. Quizás por eso te sientes un poco extraño, como si algo empezara a faltarte. Pero pronto te distraes con algo, mejor no piensas en ese vacío que se te ha empezado a sentir en el estómago.

A la mañana siguiente, despiertas y lo buscas, como todas las mañanas. Te sientes algo culpable, no debiste hablarle así. Al levantar la cabeza, te das cuenta de tu error. Esta vez no hay recuerdos viejos en sus ojos, ni los buenos ni los malos. Sólo su sonrisa seca sigue ahí, idéntica a la tuya, del otro lado del espejo.

Pero ya no hay nada más.

1 comentario:

Ricardo Santos dijo...

yo tengo la mala costumbre de acumular basura sentimental, pero una vez cada olimpiada tiro todo y empiezo de nuevo.

Sólo me quedo las sonrisas.