31/1/09

Use somebody


Y no sabes bien lo que sentiste, era extraño ver a alguien llorar asì. Nadie sospechaba que serìas tù la mejor respuesta entre tanto caminar a tientas. Es extraño verme pensando asì, sobretodo porque no la quiero. Pero no puedo dejar de verla en mis ojos.
No pedo dejar de extrañarla. Un sueño que nos quiere envolver. ¿Y si escapamos de èl?, ¿quièn dice que asì deberìa ser o no? No te digo que no te quiero, simplemente no te quiero. Ya sè, soy bien listo y tienes que buscarle un sentido màs torpe a mis palabras. Es mentira que no te esperaba. Los demàs no.
Por favor no hables de otros, hablémos de los dos. No te quiero. Pero por favor no te vayas, no ves que no puedo sin tì. Lo sè, sòlo nos estamos usando, lo sè, tù tampoco me quieres, pero siempre fuiste màs sensata. Y no es a tì entonces a quien busco y definitivamente yo ni me parezco a ese otro. Pero somos lo màs cercano, lo màs a la mano, lo màs fàcil. Es que tampoco nos gusta complicarnos en estos asuntos. Ahora todo parece muy perverso. Como cuando te conocì y rompimos la cama-sillòn de tu so called sala.
Hoy comì mucho. En Morelia no habìa mucho que comer. Creo que le llevarè algo de comer a Ivàn, es tan flaco y siempre como de sus cosas. Ojalà no piense que soy un buitre. Extraño ganar màs de 6 mil quinientos pesos al mes (màs chayote) y comprar màs de trescientos pesos de despensa a la semana.
Ya sè, no deberìa hablarte de alguien que no conoces, creo que te caerìa bien, si yo te gusto por callado y huraño, a èl lo vas a amar, espera un momento, no quiero que lo ames. Ya sè tu y yo no nos queremos pero deberìa presentarle a alguien como tù.
Hablemos de los dos, de lo bien que la pasamos, de las visitas fugaces a mi casa, y a tu cochera. Es que casi nunca me dejas pasar màs allà del livin`rum. Sinceramente creo que podrìa tener algo mejor, tù tambièn. Pero carajo, por què si no te quiero te quiero aquì.
"Hablarè de tu amor como un sueño dorado". Es que si esto no es amor, ¿entonces què es?
Ya sè, no deberìa lanzar preguntas estùpidas al aire. No te quiero. En resumen.
Que bueno que estas babosadas las pensamos sòlo una vez al mes.


Ya lo habìa escrito en mi blog pero de alguna forma todo encajò.

:)

sean felices como yo.

29/1/09

Breve reflexión menstrual


¿Sabían que a los hombres también nos baja?
Dependiendo de la temperatura, nos baja y nos sube.

Baja cuando hace calor, y sube cuando hace frío.
Aparentemente eso ayuda a que se mantenga a una temperatura ideal, para poder funcionar en cualquier circunstancia.

True story.

Pero independientemente de mis comentarios escrotales; los hombres también sufrimos una especie de PMS.
Por cierto, chiste muy malo: ¿Saben por qué las mujeres usan el término "síndrome pre-menstrual"?
Porque "síndrome de las vacas locas" ya estaba siendo ocupado
.

Pero en fin, no me acuerdo donde escuché que cuando a las mujeres les baja, a sus novios también.

Y en realidad tiene sentido, porque la menstruación implica un cambio hormonal, y algunas de esas hormonas pasan a la saliva; donde se transmiten a otros seres humanos con facilidad.

Por eso, las parejas son más susceptibles a tener discusiones durante "esos días del mes"; porque los dos están hormonales, sensibles, y locos.

Muchas gracias mujeres, ustedes nos vuelven locos. Locos de San Bernardino, no locos de amor.

27/1/09

Playing safe.




Dejo la tele prendida con el sleep programado para dos horas. Doy vueltas, hace mucho que no duermo bien. Pienso en el pasado y trato de no pensar en el futuro porque me da escalofríos, tanto como el espejo que está enfrente de mi cama. Me está ganando el sueño pero quiero ver el final de CSI, me imagino qué pasos seguiré yo el día en que me decida a matar a alguien. Sin darme cuenta me quedo dormida. Maldita sea, tendré que ver la repetición el domingo nomás pa saber en que acaba. Y así, no sé cómo, empiezo a soñar que me encuentro una caja con dos gatitos abandonados y que les tengo que dar de comer cada tres horas. Los gatitos maullan y juegan y yo me despierto de pronto para ver los rasguños que me quedan en los brazos y comprobar, así entre sueños, que siguen ahí mientras pido que nunca se me caigan las costras o que al menos me queden las cicatrices para recordar otra de mis pérdidas, la más reciente y de las que más han dolido. La tele sigue prendida, el sueño no debe de haber durado tanto como yo creía. Doy vueltas, enredo las sábanas y me quedo dormida de nuevo. Esta vez sueño que sueño con mi abuela muerta, y en mi sueño les cuento a todos que la he soñado otra vez, que ha venido a visitarme y que no me ha dejado sola todavía. Y mientras en mi sueño les cuento, lloro. Y me despierto de nuevo pero ahora con lágrimas en los ojos que me limpio con la mano mientras trato de acomodarme en la cama; tengo el brazo derecho medio torcido. Esta vez no me vuelvo a dormir tan fácil: me duele el pecho, estoy cansada, ya van varios días y Obama todavía no salva al mundo. Y como en la noche todo se ve más oscuro y más difícil, me agobian los recuerdos que me esperan en cada esquina, en cada rinconcito del cuarto. Hace unos días sus ronrroneos no me hacían sentir tan sola. Necesito un lugar nuevo que pueda hacer mio, aquí nada es mio ya, hasta salir a la calle me da miedo, no me gustan mis historias más recientes. Dónde está la vida que me prometieron una vez hace mucho, dónde está mi destino, dónde exactamente, en qué camino, fue que se me perdieron las ganas?... Bueno, por lo menos ahí está de nuevo el sueño venciendo todos esos pensamientos. Así es como siento claritito el beso lento de Ed Westwick en el piso alfombrado de un avión que nos lleva a un lugar desconocido, pero por lo menos sus labios prometen que será mejor que todo lo que dejo atras... Ojalá durara para siempre pero la costumbre me despierta a las 7:30 en punto. La luz me golpea los ojos, ya no es necesario despertarse tan temprano. Extraño sus patitas gordas y sus ojitos que se iluminaban al verme todas las mañanas. Lloro quedito y me enojo. Me enojo con la vida porque últimamente me ha quitado a la fuerza todo lo que era sólo mio. Un día más, anda, sonríe para que nadie te pregunte nada, es más fácil no llorar cuando tienes la boca cerrada. Doy otra vuelta, me caga que las sábanas se hagan bolas, mejor prendo la tele de nuevo aunque sólo haya infomerciales. Y el espejo enfrente de mi cama me condena con dos ojeras enormes y un par de ojos hinchados que a ver al rato cómo escondo. Estoy harta de todo. Pero hoy, la culpa de mi insomnio la tendrá la pata rota de la cama, o tal vez los resortes del colchón incómodo.

Y como siempre porque es más fácil, todo mundo (hasta yo), decidirá que esa será la verdad que hay que creer, porque creyéndola no pasa nada.


26/1/09

Epílogo de una de mis mejores historias


La conoció por azares del destino, por que en este mundo es muy difícil dejar de conocer nuevas personas, porque simplemente las cosas así tenían que ser, porque las fuerzas del universo y de la atracción son simplemente incomprensibles.

Sin más dejó que la convenciera su forma de escribir, junto con esos ojos cafés con aureola azul alrededor, sus pestañas largas y... Todo lo que esa foto pudiera denostarle para tratar de cubrir los huecos de que su imaginación no alcanzaba a cubrir.

Tarde o temprano se conectaba a interner en su búsqueda porque sus letras le atraían una curiosidad inimaginable, hasta que decidió conocerla, también a través de internet por una herramienta conocida como messenger.

Los días pasaron y las conversaciones aumentaron, su sed de tenerla en frente de sí comenzó a carcomer su lejana existencia, pues se percataron de que ambos, lejanos residían pero que la chispa (supremamente) adecuada dejaba en cada palabra escrita a través del teclado, y decidieron verse.

Lo hicieron y fue uno de los mejores días de su vida.

Él no estaba seguro de lo que estaba ocurriendo pero se encontraba sumamente convencido de que lo que sucedería (o no tardaría en suceder) sería parte de las pautas que dictara el tiempo.

Ella estaba un poco menos renuente y comenzó a escribir historias, cuentos sobre castillos en el aire y a tratar de convencerse así misma que lo que ocurría no era más que un regalo del pasado, un presente que la reconfortaría y compensaría por lo vivido.

Y así continuaron con noches de desvelo, comunicándose por la palabra escrita, deseando tocar alguna parte de su cuerpo a través de bits indescifrables, pero sintiendo ese deseo de querer amar... Y ser amado... Aunque no se conocieran más que una vez... Aunque pasaran 30 días para volverse a ver y esta vez ella se arriesgó a dejar su lugar de residencia, sólo con la intención de verlo.

Y se unieron para pasar unas horas felices, olvidar los treinta días pasados y poder disfrutar de los momentos de los que se privaron. Uno por treinta, era su diálogo secreto. Se miraban cómplices de la angustia de saber que volverían a verse hasta dentro de un mes. Pero no se ocupaban de eso, la vida era tranquila cuando estaban juntos y no importaba que hicieran, siempre sonreían.

De nuevo la separación , de nuevo la despedida, de nuevo volver a vivir separados sólo con la sensación de que uno piensa en el otro... Y confiar, confiar en que el otro hace lo mismo, confiar que la vida tarde o temprano acomodará sus piezas y podrán estar en algún lugar... Juntos...

Justo hoy, después de algunos meses, siete para ser exactos, ahora están frente a frente, después de tan sólo siete veces de haberse visto y esta vez, ninguno de los dos se dejará ir.

Esta vez, dejarán que se inunde el cuarto de un departamento del centro de alguna ciudad de este país. Esta vez dejaran que las ansias acumuladas de 210 días (menos siete), esta vez dejarán que sus cuerpos sean los que hablen, porque ya se han cansado de que las letras lo hagan... Y lo harán desde el día hasta que caiga la noche, lo harán desde que se miren hasta que sea tiempo para despedirse.

Se mirarán y dejarán que sus miradas sean lo mínimo que se encuentren esta noche...
Y cuando comience la madrugada, entonces dormirán... Porque sabrán que la pasión deberá quedarse guardada, pero firme, como un pilar, como una de las patas de la cama en donde ahora duermen, para que ésta, no se derrumbe jamás.


A manera de epílogo

de algo que comenzó

desde hace tres meses,

tres veces de reunión.

Reglas de empate

Dado que los escritores de este blog no pueden comenzar a escribir porque la encuesta ha arrojado como resultado un empate... Como supremo ente bloggistico, he tomado la sensual decisión de que los autores puedan elegir uno de las dos siguientes opciones:
  1. Escribir sobre los dos temas que han quedado con nueve votos en la encuesta, dentro del mismo día que le corresponde postear;
    ó
  2. Escribir de un post con los dos temas incluídos.
Bien, ahora sí, disfruten de una semana que terminará en un maravilloso puente así que ¡Diviertanse!
Atte.
El Supremo Ente Bloggistico de este su blog de confianza.

21/1/09

Cyber mujeres de la vida fácil


Esta vez, no voy a aburrirlos con alguna anécdota de mi preparatoria, ni voy a contarles a ustedes alguna historia que termine con su servidor en un agudo caso de congestión alcohólica; no señor.

El relato que están a punto de leer es totalmente real, y el nombre de las personas involucradas no ha sido cambiado para proteger su identidad; principalmente porque la única persona involucrada fui yo.

Verán, todo comenzó un inocente domingo.
Yo fuí con mis primos a Tepito, a comprar programas de computadora.
El Adobe Photoshop CS3 acababa de salir al mercado, y yo tenía mucha curiosidad de probarlo; así que lo compré. Lamentablemente, como mi situación económica no me permite gastar 2000 dólares en un programa, tuve que acudir a mi puesto Tepiteño más cercano.

El viaje a Tepito fue sumamente interesante, y mi vida peligró en más de una ocasión; pero no entraré en detalles, porque mi terapeuta dice que todavía no estoy en un estado mental en el que pueda discutir lo ocurrido.

Una vez que llegué a mi casa, inmediatamente traté de instalar el software.
Estaba más emocionado que Michael Jackson en un kinder de gobierno; ¡por fin podría probar Photoshop CS3!
Sí, no pasó.

Al vendedor fayuquero se le había olvidado mencionarme que el crack no estaba incluído en el CD, y tampoco el número de serie que requería.
Básicamente, no podía instalar el programa sin alguna de esas 2 cosas.

Me rendí. Al menos por unos días.
Como soy una persona que no sabe NADA de computadoras, ni siquiera hice la lucha.

Unos días después, un amigo mío estaba exaltando las cualidades del Photoshop CS3, así que yo le mencioné mi predicamento. Mi amigo me dió la dirección de una página de internet donde podría descargar el crack que tanto necesitaba.
Esa misma noche, me conecté a internet y accedí a dicha página.

Shenaningans ensued.

Era una página de warez, y como cualquier persona que ha visitado una página de warez sabe; son un infierno.
Sí, teóricamente están llenas de cracks y seriales; son un paraíso para la gente que usa programas piratas.
El contra de todo esto, es que para acceder a esos cracks, tienes que pasar por oleada tras oleada de popups de publicidad pitera.

Es imposible estar más de 10 segundos en una página de warez sin que te ataquen al menos 8 popups.
Además, estos popups normalmente anuncian todo tipo de cosas sexuales: desde páginas pornográficas hasta pastillas para agrandar tu miembro viril.
Definitivamente las páginas de warez NO son amigables para toda la familia, ni deben de ser vistas con gente alrededor; simplemente es muy avergonzante.

Mientras buscaba el crack para mi programa, batallaba con todos los anuncios de pornografía que me atacaban incesantemente.
En una de esas, una ventana emergente llamó mi atención:
"NUDE CELEBRITIES XXX FREE"

No sé si ustedes lo sepan, pero se los diré de todos modos: una de mis mayores debilidades, son los sextapes de celebridades, y no sé por qué.
Supongo que, simplemente, soy una persona muy morbosa.

Cuando salió el video de Michelle Vieth, yo fuí de los primeros en comprarlo; cuando salió el de Paris Hilton, me lo bajé con presteza (y después le quemé una copia a mi papá para que él también lo viera); cuando salió el de Kim Kardashian, primero averigüe quién diablos era Kim Kardashian, y después me bajé el video.
Es más, cuando me enteré que Belinda tenía su video, yo dejé lo que estaba haciendo (que en ese momento, era dar una exposición en mi clase de psicología) y fuí a bajarme el video.

Regresando a mi historia:

Cuando vi el anuncio de celebridades desnudas tresequis, pensé: "nah, es una trampa, concéntrate, tú estás buscando un crack"; pero justo en eso, la imagen cambió a otra que decía:

"WE HAVE THE NEW PARIS HILTON'S SEXTAPE! FREE!"

Ahí fue cuando todo se fue al diablo.

Todos han visto la primera sextape de Paris Hilton, pero muy poca gente ha visto la segunda.
De hecho, yo pensaba que era una leyenda.

Siempre se ha corrido la voz de que la mujer es tan pero tan estúpida, que dejó que OTRO novio la grabara, y el video también acabó en internet; pero es más difícil de encontrar.
Yo, siendo el morbosote que soy, evidentemente pasé mucho tiempo buscando ese video, pero jamás dí con él.

Y ahora, justo frente a mí, estaban unas imágenes del segundo video. La tentación era demasiada como para poder resistirla.

Le di clic a la ventana, y fui llevado hasta otra página: parisexposed.net
La neta, el nombre me pareció confiable, así que investigué un poco más.

Encontré más imágenes del video; esa era la prueba inequívoca de que las leyendas eran ciertas: la segunda sextape existía.

Le di clic a un link para ver el video; y windows me informó que necesitaba bajarme un codec para poder verlo.
Impaciente, le dije que sí.

En cuanto le di clic en aceptar, tuve la certeza de que la había cagado.
"Eres un completo idiota", me dije a mí mismo.

Y sí, en efecto, unos segundos después, Norton me avisó que un virus acababa de entrar en mi computadora, y no había podido ser borrado.

Mi Internet Explorer se cerró, y cuando lo volví a abrir, me di cuenta de que mi página de inicio era una porno, y cada vez que trataba de navegar en otra página, no pasaban ni 3 segundos antes de que automáticamente me regresaran a la porno.

Traté de arreglar el problema, pero no pude; el antivirus no servía de nada, y el antispyware que me bajé tampoco.
No podía buscar una solución en internet porque siempre terminaba en la misma página porno.

Enojado, apagué mi computadora, y busqué soluciones desde mi iPhone.
En unos foros de trolls (gente que se dedica a joder a los demás, vía internet) encontré un post que hacía referencia a parisexposed.net; y decía que lo que me acababa de bajar era un troyano sumamente agresivo.
Y no era un troyano sexy como Brad Pitt; no, este troyano era feo como Rod Stewart, y agresivo como O.J. Simpson en esteroides.
Me resigné, y me fuí a dormir.

Al otro día, desde la escuela, le marqué a mi primo (que es ingeniero en sistemas y siempre acaba salvándome el trasero cuando hago alguna pendejada en mi computadora); y le dije que había un troyano en mi computadora.
Mi primo suspiró, y me dijo que iba a checar cómo arreglarlo.

Después, me preguntó que cómo había llegado ese virus a mi máquina; y como la historia era muy vergonzosa, simplemente le dije:
"Pues es que Paris Hilton es tan pero tan puta, que hasta por internet te puede contagiar... estúpida perra... estúpidas computadoras..."

Y esa, lectores imaginarios, es la razón por la que ahora simpre me pongo un condón antes de conectarme a internet.

20/1/09

Círculo vicioso

Miércoles, 12:05 de la madrugada. Debería estar dormido. Ayer dormí poco --pensé mucho--, y estoy cansado. Y mañana tengo trabajo. Tengo que llegar temprano. Pero no, ando aquí posteando.

¿Por qué? ¡Pues porque ya se me hizo vicio!

Todo empezó un feliz día de... bueno, no, fue un triste día en que me entró la emez y empecé un chafiblog en el hi5. Varios meses después, una persona cuyo nombre no revelaré pero escribe aquí los martes, estuvo dando lata con que me cambiara a blogspot. También un gato italiano y uno que no es viejito pero cuida viejitas insistieron.

Finalmente estuvo padre... mis escritos empezaron a tener más difusión... empecé a conocer a gente muy interesante (que sin fijarse y sin querer y sin saberlo se empezaron a meter muy adentro)... y de repente un día sin darme cuenta resultó que ya no sólo participaba en uno, sino en DOS blogs.

Y entonces me volví un vicioso. A veces es superior a mis fuerzas meterme a ver si ya comentaron algo en lo que puse. O respondieron algo a lo que comenté. O se me ocurre algo que escribir. O me meto a ver qué escribieron los demás. O peor aún, me pongo a jugar Rock Band con los otros que escriben.

Al menos no he llegado al grado de contarlo en el mismo blog.

Oh, rayos. Lo acabo de hacer.


Sí, soy un vicioso. Esta maldita máquina se ha adueñado de mi alma y no me quiere soltar.


Hola a todos. Me llamo Javier... y soy adicto a los blogs.


Estúpida computadora.

Espero ansiosamente sus comentarios.

OMFG.





Corría el año del 2003. Mi entonces novio, el canadiense, hacía tres meses había llegado de Montreal para vivir en mi casa. Yo acababa de regresar ese fin de semana de pasar tres días en la playa con varios amigos, uno de los cuales era uno de los más grandes e inconclusos amores de mi vida recién vuelto a encontrar. En ese entonces, yo todavía trabajaba en el tercer piso de la Walter cuando a media mañana suena mi extención:

- Bueno?
- Hello?...-
Mi ex ex ex novio el canadiense del otro lado de la línea.
- Hey...
- Hmm... oh... It's just that... I was working on your computer today and...- Su voz se oía llorosa. Hizo una pausa.
- I found something...

Oh shit, pensé, mientras veía mi vida (y sobre todo los últimos tres días) pasar por delante de mis ojos. Y ahora qué le digo?... Que esas conversaciones de messenger que vio pasaron hace mucho?... Maldita sea, seguro tienen fecha. Y qué tal que lo que vio no son las conversaciones si no otra cosa y ya me quemé? shit shit shit, piensa rápido Andrea...

- What's wrong..? what are you talking about?- Dije, tranquila y friamente.
- I was... *sob* working and i saw something, a Word file that said something about a trip to the beach, *sob*, so i opened it and read it... it was a story... *sob*-

Shit, la historia. Regresando de la playa había yo escrito un cuento basado en lo que había pasado ese fin de semana en la playa. Shit... Un momento. En la historia no había nombres ni ningún dato comprometedor. Era sólo eso, un cuento de la aventura de una niña en la playa, un inocente cuento sobre cómo ella se vuelve a encontrar con este gran amor mientras su novio la espera es su casa...

- You read the story about the beach?...
- Yeah... *sob*... and I don't know what's going on... Did you cheat on me while you were there...? *sob*
- Why, oh WHY are you reading MY stuff??
- What?
- Ok, listen. You know perfectly well I write stories. FICTIONAL stories. I've let you read some before. Do you really think I could do that??... I'm so mad at you right now. Like, so, so mad. Do you even trust me??
- Yes... of course... it's just that... I thought that maybe it has something to do with the trip you made...
- Oh my God. You're looking through MY private stuff on MY computer. I'm so sad and dissapointed of you...
- I'm really sorry! I never meant... *sob*
- I trusted you. I let you use my stuff, and you SPY on me??
- No, no... I'm sorry, I never... really...
- Ok, I really don't feel like talking to you right now. How can you do that. How can you think I'd do something like that??... I got to go.
- No, I'm sorry...
-O.k. apology accepted. But I reallt got to go. Talk to you later, ok? bye bye.


Me voy a ir al infierno. Bueno, ya me iba a ir de todas maneras, pero ahora sí me voy a ir directito, sin derecho a juicio final ni nada de nada. Ni modo, el viaje a la playa valió la pena. Diosito perdóname, me voy a ir a confesar un día de estos te lo juro, aunque hierva el agua bendita cuando entre a la iglesia te lo prometo. Ay Jebúz qué susto... pero bueno, algo aprendimos de todo esto. Oh sí, esto no me vuelve a pasar nunca más como el cuervo.

- Bueno?
- Hola, ma, está mi hermano por ahi?
- Sí hija, deja te lo paso.
- Quebo..?
- Qué onda?
- Un favorsote, necesito que ahorita mismo corras al estudio y le pongas password a mi estúpida computadora...



19/1/09

El cuarto de Chat

(Lenna a entrado al cuarto de chat.)

Lestat dice: Hola Lenna ¿Quieres hablar?

ArmandO dice: Que tal nena deseas charlar un poco. Tengo 27 años, soltero, ojo verde, moreno, alto, hago pesas tu que tal estas?

Lenna dice: Hola príncipe de la oscuridad ¿Que dices?

ArmandO dice: ¿Te vas a perder a este papi por hablar con un perdedor?

SexY_Back dice: Ola ArmandO, io si ki3ro platikr cn tigo Qu3 dic3s vms al priv?

Lestat dice: Ah! Sabes ¿Quien soy?

Lenna dice: Por supuesto!!! Soy fan de Anne Rice.

ArmandO dice: Lenna es frigida no le agan caso!!!

SexY_Back dice: Io t3ngo 22 y soi una princess!!!! o_O

Lestat dice: Quién ha hablado de Anne Rice, yo soy el verdadero Lestat.

(ArmandO ha comenzado a hablar con SexY_Back en privado)

zUrY dice: Lestat , el vampiro?

Lenna dice: ¿Eres Tom Cruse?

zUrY dice: Contestameeeeeeeeeeeeeeeeee

Lestat dice: No. ¿Quieres que te compruebe que soy el verdadero Lestat?

(Denisse ha entrado al cuarto de chat)

Lenna dice: Si, me llenas de curiosidad...

Lestat dice: Sí Zury, ese mismo.

(zUrY ha abandonado el cuarto de chat)

Lestat dice: Lenna?? Me gustaba más tu nick de antes...

Lenna dice: ¿Cómo sabes que tenía antes otro nick?

Lestat dice: Eres muy.... ¿Como decía?.... Predecible...

(El chico hot ha entrado al cuarto de chat)

El chico hot dice: Holaaaaaaaaa chicaaaaaaas ¿Alguna DF sola, 22 con web cam?

Lenna dice: ¿Es predecible mi nuevo nick?

(Krmin ha entrado al cuarto de chat)

El chico hot dice: Holaaaaaa Krmin ¿Cuantos años tienes?

Krmin dice: 22

El chico hot dice: Como estas?

Lenna dice: ¿Lestat?

(Avril ha entrado al cuarto de chat)

Avril dice: Hola a todos en el chat, buenas noches

El chico hot dice: Hola pequeña bienvenida ¿que edad tienes?

Krmin dice: Chico estas conmigo recuerdas????

Lestat dice:

Denisse dice: Buenas noches

(AstroBoy ha entrado al cuarto de chat)

Lenna dice: ¿Cuentame porque lo crees así?

Krmin dice: ¿No quieres que te hable más?

El chico hot dice: tranquilas morras no se peleen por mi

Avril dice: 24

El chico hot dice: Como me la reseto el doc

Lestat dice: Lenna, vamos al cuarto privado?

Lenna dice: Si.

(Lestat ha comenzado a hablar con Lenna en privado)

Lestat dice: ¿Mejor aqui?

Lenna dice: Si, ahora sí dime ¿Nos conocemos?

Lestat dice: De toda la vida ¿No es así?

Lenna dice: En verdad? No recuerdo que firmaramos un contrato o algo así...

Lestat dice: Nunca dejaremos de ser abogados ¿cierto?

Lenna dice: Ok, ya me estas asustando ¿Quien eres tu?

Lestat dice: Lestat

Lenna dice: ¿Quién en realidad?

Lestat dice: Tu eres Akasha ¿Cierto?

Lenna dice: Era...

Lestat dice: Estudiaste en Prepa 5

Lestat dice: Eres abogada...

Lenna dice: Si.... Pero... ¿Tu quien eres?

Lestat dice: Te encanta escribir, bueno dices que escribes y te la pasas leyendo entre clases, en la facultad... Donde nos seguimos viendo de vez en cuando....

Lenna dice: ¿Eres de la facultad?

Lestat dice: Sí, acordamos estudiar Derecho ¿Recuerdas? Cuando estábamos en el Jardín Salvaje y éramos felices...

Lenna dice: Ok, ya dime ¿En verdad eres Lestat, el Lestat que creo que eres?

Lestat dice: Pruébame... Pregúntame algo que sólo yo podría saber...

Lenna dice: Di mi primer nombre, en la facultad nadie lo sabe....

Lestat dice: El cuento de Bukowsky habla de ti.

Lenna dice: ¿Cuál es mi color favorito?

Lestat dice: Tu no tienes color favorito, pero de escogerlo, sería el verde...

Lenna dice: ¿Cuál es mi grupo favorito?

Lestat dice: Garbage

Lenna dice: ¿Libro favorito?

Lestat dice: ¿De Anne Rice?

Lenna dice: No... Libro favorito

Lestat dice: El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.

Lenna dice: ¿Cuántos cigarrillos fumo al dá?

Lestat dice: 12, Camel lights o Malboro lights, los que tengas a la mano...

Lenna dice: ¿Cuál es mi café favorito?

Lestat dice: Latte

Lestat dice: Bailas por las noches, dices que eso es hacer ejercicio, fumas tu último cigarro siempre de noche en la azotea de tu casa, sueles subir con una vela prendida, te gusta bailar y amas la música, siempre estás abierta a escuchar y casi no tienes amigos, detestas la escuela pero haces lo posible por sobresalir, por alguna extraña razón te sientes sola, no sé porque si siempre estas rodeada de gente... El que te necesita soy yo...

Lenna dice: ¿Javier?

Lestat dice: Te he extrañado mucho y me he arrepentido de muchas cosas, ¿Podrías perdonarme?

Lestat dice: Fue dificil encontrarte, con ese nuevo nick, con esa nueva vida, pero aqui estoy hablemos de las cosas que nos importan, dime si crees que sería bueno retomar lo que fuimos.

Lenna dice: ¿Eres Javier?















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Damn!

15/1/09

Me pidió una razón...


Sorpresa sorpresa, están a punto de leer otra anécdota preparatoriana.

No es mi culpa, los temas sobre los cuales hay que escribir siempre me recuerdan alguna historia pendeja de mi prepa.

Verán, todo comenzó el primer día de mi quinto año de bachillerato:
Llegué a la escuela, chequé las listas, encontré mi salón, y esperé a que lo abrieran.

Una maestra gorda se presentó como nuestra titular, y nos asignó los asientos.
Como el destino me odia, mi banca fue la de hasta hasta adelante, y además, la de la fila de en medio de todo el salón.

Y como el destino también quería que los maestros me odiaran, mi compañero de banca resultó ser mi amigo Chavo.
Evidentemente, como los dos éramos los más desmadrosos del salón, esa banca llegaría a ser la más odiada por todos los maestros.

Todos menos uno:
Mattus
El desgraciado infeliz que nos daba geometría analítica.

Él no se complicó tratando de callarnos a Chavo y a mí, simplemente nos separó.
Desde la tercera clase, decidió que no podíamos estar juntos, así que nos cambió de lugar: a Chavo lo mandaron a la banca de adelante de la fila de la orilla; y a mí me mandaron a la banca de la esquina: hasta atrás y en la orilla opuesta de Chavo.
Me mandaron al rincón.

Si de por sí no iba a entender geometría, ahora mucho menos, porque mi banca era la más ad hoc para dejar de poner atención.

Pasé casi todo el año haciendo un hoyo en mi lugar, utilizando solamente la parte afilada de un compás.
Después de muchas muchas horas de arduo trabajo, y de 4 compases rotos, por fin logré mi cometido: hacer un agujero que traspasara completamente mi banca.

El problema fue que para esas alturas del curso, los temas ya eran muy complejos, y yo no entendía absolutamente nada.
Pero en serio, nada.

Además, Mattus se esforzaba en recordarle a todo el salón que yo era su peor alumno. Cada que decía eso en frente de todos, yo nada más me sonreía y le contestaba: "y usted es mi peor maestro"

Para seguir complicando las cosas, desde que había terminado de hacer el hoyo en mi banca, yo ya no hallaba en qué entretenerme, así que me empecé a inventar hobbies y juegos. Todo con tal de no poner atención en clase.
Evidentemente, esto me ocasionaba muchos pleitos, amenazas y regaños por parte de Mattus.

Un buen día, casi a final de año, empezó la clase de geometría, y Mattus nos pidió silencio.
Todos lo miraban con miedo (porque aparte el desgraciado infeliz tenía asustados a todos mis compañeros), mientras yo jugaba con dos figuras de acción que había llevado desde mi casa.

"Hoy quiero hacer algo especial, una competencia", dijo Mattus, sonriendo diabólicamente.

Dibujó una línea al centro del pizarrón, dividiéndolo en dos mitades.
Después, en una mitad del pizarrón, escribió la ecuación más complicada que jamás haya visto en mi vida, y acto seguido la volvió a escribir en la otra mitad.

"Vamos a ver qué tanto han puesto atención en mi clase. A ver, fulanita, pasa al pizarrón".

Fulanita era la jefa de grupo, la niña más ñoña del universo, y en general, una gorda molesta que todos odiaban.

"Y.... a ver, Ninja, pasa tú también", dijo el desgraciado infeliz mientras me miraba burlonamente.

Dejé mis muñecos de acción, y pasé al pizarrón balbuceando insultos.

"Quiero que resuelvan esa ecuación, a ver quién acaba más rápido".

Mientras la ñoña escribía furiosamente en la pizarra, yo contemplé la operación por unos segundos, y llegué a la conclusión de que no tenía ni la más remota idea de qué hacer.

"Oiga, señor educador, yo no la sé hacer", le comenté.
"Pues no te puedes sentar hasta que escribas algo en el pizarrón", me contestó el desgraciado infeliz.

Evidentemente, lo único que Mattus quería, era humillarme frente a todo el grupo.
Pero Mattus no contaba con mi total y completo desinterés en su materia o en las consecuencias que pudieran tener mis actos adolescentes.

Agarré un gis, y empecé a escribir en el pizarrón.

"NO LA SE HACER", decía mi respuesta, en grandes letras blancas.
Voltée a ver a Mattus, y le dije "ya está, ya escribí algo, ¿me puedo ir a sentar?"

Después de un silencio de 5 segundos, Mattus susurró: "¿esa es tu respuesta?"
Mattus sólo susurraba cuando estaba muy enojado, así que eso significaba que yo había cumplido con mi cometido.

"No, perdón", le dije, y volví a agarrar el gis.

"NO LA SÉ HACER", decía ahora el pizarrón.
"Me había faltado el acento, discúlpeme", le dije, mientras mostraba mi mejor sonrisa.

Mattus se había puesto morado, y se veía que estaba a punto de estallar. Su estrategia para humillarme había acabado en una burla hacia él.

El salón estaba en completo silencio, y se podía ver que muchos de mis compañeros estaban aguantándose la risa.
Mattus susurró aún más bajo:
"Dame una buena razón por la que no debería de reprobarte ahorita mismo..."

"Pues porque me reprobó la semana pasada, cuando me encontró coloreando todos los cuadritos de mi cuaderno, ¿se acuerda?"

Mientras Mattus me miraba, más enojado que nunca, yo le pregunté: "¿ahora sí ya me puedo ir a sentar?"

14/1/09

Dame una buena razón


Y que el sábado veo que va ganando el tema "Dame una buena razón...". Y yo no tenía ni idea de qué escribir.
Era inútil maldecir al que propuso dicho tema, porque fui yo mismo.

Pero entonces observando a Lenna (y recordando 8 años de cuasiformación teatral) me cayó el veinte de que no necesitas estar viviendo una historia para poder contarla de manera realista.
Y que me propongo como reto hacer una canción.

Así que, siéntanse honrados, estimados bilfolectores. Exclusivamente para ustedes, y sólo porque ustedes lo pidieron, compuse, escribí, hice el arreglo, canté, --ahora me dio flojera pelearme con el pianito, así que es nomás con mi voz-- grabé, produje y subí al interné una bonita melodía que lleva por título "Dame una buena razón" y que dice más o menos así:



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He fallado más de una vez entregando el corazón,
he caído una y otra vez por perder la razón.
Y es que, así como me ves, soy un fracaso en el amor;
siempre hago todo al revés, cada vez resulta peor.

Es por eso que me prometí no volverme a enamorar.
Mejor que todo se quede así, ¿para qué arriesgar?
Si a la alberca me quiero meter y no sé muy bien nadar,
a lo hondo es mejor no ir, acá no está mal.


Pero entonces apareces tú
y siento las mariposas;
ya no hay nubes, el cielo es azul
y yo siento tantas cosas...

Dame una razón para soltarme de la orilla.
Dame una razón para volverlo a intentar.
Prueba que esto no va a terminar en pesadilla.
Dame una razón para creer en el amor.


Esta situación conozco ya: al principio todo bien.
Ven al cine, vamos a bailar, hoy te invito un café.
Luego todo empezará a fallar, lo presiento, vas a ver.
Todo siempre me termina mal, no hay nada que hacer.


Pero entonces apareces tú
y siento las mariposas;
ya no hay nubes, el cielo es azul
y yo siento tantas cosas...

Dame una razón para soltarme de la orilla.
Dame una razón para volverlo a intentar.
Prueba que esto no va a terminar en pesadilla.
Dame una razón para creer en el amor.


Dame una razón para besarte en la mejilla.
Dame una razón para atreverme a algo más.
Dime que está bien alejarme de la orilla.
Dame una razón para creer en el amor.

Dame una razón para creer en el amor.

Dame una razón para creer en el amor.


13/1/09

Dame una buena razón...




Es más chico que tú.
Es amigo de tu hermano.
Es hermano de tu ex.
Es MUCHO más chico que tú.
Tiene novia.
Son mejores amigos.
Son mejores amigos de la infancia.
Está borracho.
Te vas a clavar.
Se va a clavar.
Son primos.
Ya sabes en qué va acabar.
Está gordo.

12/1/09

Tempestad y calma


Lo besó porque besarlo, en realidad, era muy sencillo.

Podía sentir su fragilidad en el temblor de sus labios, él estaba nervioso y ella deseosa de que eso sucediera a más.

El beso que inició algo tímido se había convertido en un huracán de caricias y fuertes respiraciones que se convirtieron en jadeos descarados.

Él quiso dejar de ser el de siempre y le tocó el trasero.

Ella se excitó aún más, provocando que lo empujara a la mesa, olvidando las sillas en donde comenzaron su beso.


Estaban en la boda del hermano del mejor amigo de él, era un salón de fiestas de dos pisos, donde sólo la planta baja estaba llena, ellos llegaron de improviso así que tenían toda la planta alta para ellos solos. Realmente no se conocían muy bien pero eran compañeros de escuela, aunque en la Universalidad el campus era algo grande, se topaban seguido, pero él, tímido como siempre ha sido, jamás se atrevió a soltarle siquiera un "hola". Ella irradiaba sensualidad a cada paso que daba, contoneándose y mordiéndose uno de sus jugosos labios cada vez que lo veía pasar. Obviamente eso lo intimidaba cada vez más, incluso llegaba a pensar que tenía mil y un amantes y que él era sólo un nuevo juguete... Pero la verdad es que no era así. Ella realmente lo quería, sentía mariposas volar cuando pasaba cerca de ella y un nudo en la garganta le ataba la voz. Sus amigas se burlaban de la situación, en realidad no podían creer que fuese él, quien le llamara la atención, pero así era.

Cuando él la invitó a la fiesta, ella no dudó un segundo, de inmediato dijo que si.

Y ahora estaban ahí, sobre la mesa enredando el mantel, procurando no dejar caer el arreglo de flores. No hablaban, sólo continuaban el eterno beso que había provocado en parte el vestido provocativo de ella, en parte el traje clásico de él.


Ella comenzó a desabrocharle la camisa, muy lentamente.

Le besaba el cuello y él cerraba los ojos imaginándola entregándose a él en ese pleno instante.

Él comenzó a besar sus hombros, en realidad era fácil con ese vestido negro entallado hecho de licra, se estiraba con facilidad, pero él deseaba ver, acariciar y besar más.

Ella se deshizo de la corbata.

Él ya estaba más nervioso, cada segundo un poco más, lo notaba porque su corazón latía más rápido de lo que el segundero de su reloj rolex.

Ella quería deshacerse de su vestido finísimo y de las medias con encaje que compró en el palacio de hierro.

Y entonces, todo se detuvo.


Él quería continuar, pero ella, se detuvo.


- Dame una buena razón para seguir con esto. - Le dijo entre susurro, suspiro y jadeo.

Él la miró, tocó lentamente su rostro, esperando a que la respiración de ambos se normalizara. Le acomodó el vestido, se abrochó la camisa, se colocó de vuelta la corbata y la abrazó.

- No la hay - le contestó - no tengo ninguna razón por la que debamos continuar esto.

Ella no comprendía nada.

Él quería explicarle pero no encontraba las palabras precisas, él tomó su mano y abrió su palma, comenzó a jugar con su dedo índice en la palma de ella. Sonrió para sí y entonces le dijo:

- No hay razones para hacerlo tan rápido, quiero que quieras un momento perfecto, deseo que tengas millones de razones por las que no olvides nuestro primer encuentro, quiero que sea especial, no un simple arranque de deseo ¿Me entiendes?

El corazón de ella, ya estabilizado, se enterneció. Supo en ese momento, que había elegido muy bien y sonrió también.

- Claro que te entiendo, ¿Bailamos?

Y bajaron a disfrutar de la fiesta.



Un año después, él y ella se casaron, yo fui a su boda... Y me gané el ramo...

8/1/09

Yo sólo quería orinar...


Por alguna razón, parece como si este blog me inspirara a contar historias de mi pasado.
Posiblemente sea porque los temas elegidos requieren: o inventarse historias, o revelar secretos.

Y como estar de vacaciones hace que no me den ganas de inventarme historias, entonces decido revelar algunos secretos/relatos de mi humilde pero sensual persona.

Y precisamente, el tema "encerrados en el baño", me recuerda una historia:

Hace alrededor de 4 años, me encontraba en mi prepa, con varios amigos.
Ese día habían entregado boletas, así que hicimos nuestra rutina de día de boletas:
Dibujamos un pentagrama en el piso, depositamos nuestras calificaciones en el centro, y les prendimos fuego; ofreciéndole este sacrificio a los dioses de las malas calificaciones para que nos ayudaran un poco el siguiente mes.
Me temo decirles que hicimos esto durante dos años, y jamás nos funcionó.

Pero una vez que el sacrificio mensual hubo terminado, nos pusimos a discutir qué haríamos en la noche, porque era viernes, y la presión de la semana de exámenes ya había terminado.
Los requisitos para ponernos hasta el socket estaban ahí.

Lo único que faltaba era un lugar donde poder beber hasta olvidarnos de nuestras múltiples materias reprobadas.

Evidentemente, conociéndonos, ninguno de nosotros se atrevió a prestar su casa; así que empezamos a involucrar a terceros.
Después de un par de horas de búsqueda, un amigo, al que llamaremos Chavo, consiguió una casa.

Las clases terminaron, y nosotros hicimos un poco de tiempo, porque la dueña de la casa nos dijo que podía prestarla a partir de la tarde-noche.
Después de perder el tiempo en las instalaciones de la institución marista que nos albergaba, partimos hacia nuestro destino.

Lamentablemente, ninguno de nosotros sabía llegar, así que nos perdimos.
Había 9 personas metidas en un subcompacto, perdidas por la ciudad.
Eventualmente llegamos a la casa de esta mujer, pero con 3 horas de retraso, y además, todos hartos y aplastados. La convivencia se vuelve un poco tediosa cuando no tienes espacio ni para respirar holgadamente.

Evidentemente, este hastío hizo que quisiéramos ponernos ebrios más rápido; así que compramos 5 garrafas de la bebida preparatoriana por excelencia: Mezcal Tony Ayans.

Sí, de acuerdo, somos unos ñeros; pero en ese entonces el dinero escaseaba, y las ganas de beber eran demasiado grandes.
Además, lo que sea de cada quién; el mezcal es una bebida sumamente eficiente: te pone pedísimo mucho muy rápido, y en forma mucho muy económica.

Todos empezamos a beber y a convivir: pláticas, chistes, etcétera; nada fuera de lo común.

Después, uno de mis amigos puso un disco de cumbias, así que la mayoría comenzó a bailar erráticamente.
Yo no. Yo tengo demasiado estilo como para bailar.
Me senté a beber tranquilamente, cuando de repente, algo tapó la luz.
Voltée, y era una mujer EXTREMADAMENTE gorda (que, curiosamente, era la dueña de la casa).

Además, cabe mencionar que mi físico no es muy imponente: no soy grande ni fuerte, es más, ni siquiera soy robusto. Soy chaparrín y flaquito; así que no podía compararme con Gullivera, que, para acabarla de joder, era mucho más alta que yo.

En una voz sumamente varonil, me preguntó que si quería bailar.
Mis amigos, oliendo el ridículo que se avecinaba, dejaron lo que estaban haciendo y voltearon a ver qué contestaba.

"No... no gracias, no sé bailar", contesté, con una voz sumamente no-varonil.

"No importa, yo te enseño", dijo la gargantúa.
Antes de que yo pudiera responder en forma negativa, el tanque me agarró de los brazos y me jaló. Su fuerza era sobrehumana así que no pude hacer nada, más que gritar: "¡aaaaugh! ¡nooo!".

Ya era demasiado tarde. La muralla tomó mis brazos y los puso alrededor de su cintura. O lo que se llamaría cintura si ella no tuviera la forma de un tinaco.
Es más, nada más para que se den una idea de lo gorda y fea que era esta mujer, un amigo la describió mejor que yo:

"Ella no menstrúa, monstrúa"

En fin, después del baile (del que afortunadamente me pude librar pronto, diciéndole al Zeppelin que uno de mis amigos tampoco sabía bailar y quería aprender); vino el siguiente paso de toda buena peda improvisada llena de gente de 18 años:
Los juegos alcohólicos.

Después de unas cuantas rondas de caricachupes, los ánimos ya estaban caldeándose, y todos estaban en ambiente; así que pasamos al SIGUIENTE paso:
Las agarradas.

Yo no estaba suficientemente ebrio como para querer agarrarme a nadie de esa fiesta, porque, sinceramente, en ese entonces yo estaba empezando con mi novia/exnovia/novia/exnovia/novia/exnovia; y eso significa que ninguno de los dos había empezado a ponerle el cuerno al otro. Eso pasó unos meses después.

El no quererme agarrar con nadie, significó que entonces yo me volvía un espectador pasivo en un juego perverso de faje adolescente. Patético y perverso.

Empezaron los verdad o reto, seguidos por el yo nunca nunca. Honestamente, ese día me enteré de muchas cosas que me perturbaron profundamente y que no he podido borrar de mi subconsciente a pesar de que lo he intentado con todas mis fuerzas.

Para estos momentos, todos estaban pedísimos. Incluyéndome.
Y entonces, a Chavo se le ocurrió una grandiosa idea:
Juegos de intercambio de ropa.

Su plan fue tan pero tan brillante, que nadie de nosotros pudo ver que era una treta para verle los cocos a alguien.
- Fin del sarcasmo -

Obviamente, a los hombres les pareció una excelente idea (digo "les" porque yo no estaba jugando), y las mujeres estaban suficientemente ebrias como para que no les importara demasiado.

Chavo decidió que él iba primero; pero las protestas de todos los demás lo hicieron cambiar de parecer.
Los primeros fueron Tapadepluma y una mujer fea.

Se metieron al baño, y a los 5 minutos, salieron, él usando la ropa de ella y viceversa.
Pasaron otras 3 parejitas, y todas salían del baño como a los 5 minutos, con la ropa de la otra persona.

Después le tocó el turno a Chavo, que, en su pedez (o quiero pensar que así fue), eligió a una de las mujeres máaaaas feas de todo el lugar. La fea quería con él, así que ella estaba muy feliz.

Pasaron 5 minutos, 10 minutos, 20 minutos; y ellos seguían sin salir del baño.

Al principio me pareció gracioso, porque eso significaba que yo ya tenía material para burlarme de mi amigo por el resto del año escolar; pero conforme fue pasando el tiempo, dejó de parecerme jocoso, y me empezó a parecer preocupante:
Yo tenía muchas ganas de orinar.
Muchas.

Me paré afuera del baño y les grité que se apuraran, que los demás también querían jugar.
No hubo respuesta.

Pasó otra media hora, y yo ya me estaba empezando a poner muy muy nervioso.
Quise decirle algo a mis amigos, para que entre todos ejerciéramos presión social y los sacáramos del baño; pero la mitad de mis amigos ya habían caído en un estupor etílico, y la otra mitad se estaba agarrando con alguna afortunada chicuela.

Mi vejiga estaba a punto de estallar.

Yo, sumamente borracho, me tambalée hasta la puerta del baño y la empecé a golpear con intensidad.
Mis reclamos se fueron convirtiendo en súplicas; pasaron del "O sales de ahí ahorita mismo, o te parto toda tu putísima madre", al "Por favor Chavo, sal, en serio necesito orinar, por favor Chavo, por favoooooooor".

Supongo que mis súplicas fueron tan patéticas, que Chavo decidió hacer algo por mí.

¿Salió del baño?
Por supuesto que no.
Lo que sí hizo, fue gritarme "deja de estar chingando, hay un baño arriba, vete"

Feliz por esta epifanía, caminé alcohólicamente hasta las escaleras, las cuales subí muy muy lento, para no hacer ruido y no despertar a los borrachos.

El piso de arriba estaba totalmente a oscuras, así que a tientas busqué la primera puerta que pude.
Éxito, había una justo delante de mí.

La abrí silenciosamente, y prendí la luz.

"¡¿Pero qué carajo?!", fue el recibimiento que obtuve.

Aparentemente, la dueña del lugar no nos había dicho que la casa no estaba sola; sus papás seguían ahí. Durmiendo pacíficamente.
Digo, estaban durmiendo pacíficamente hasta que un borracho impertinente entró en su cuarto y prendió la luz sin previo aviso.

Lo único que se me ocurrió decir fue:
"Ay... esto no es el baño"

El papá del globo terráqueo me estaba viendo con impulsos asesinos. Y el señor era aún más grande y gordo que su hija, así que antes de que se lanzara a despedazarme, yo ofrecí una explicación no pedida:

"Sí, verá, es que me estoy meando, y pues... allá abajo hay mucho borracho, y mi amigo está encerrado en el único baño que hay, agarrándose con locura y frenesí a una tipa toda fea..."

El silencio daba miedo.

"Bueno... buenas noches señor"

En cuanto cerré la puerta del cuarto, supe que la noche estaba a punto de irse al demonio.
Bajé corriendo, me aventé abajo de una cobija y me hice el dormido.

Minutos después, el inmenso señor bajó, y en medio de la oscuridad, agarró a su hija del brazo y la llevó arriba para poder gritarle.
Chavo salió del baño (usando la ropa de la fea, por cierto), y como vió que yo seguía despierto, me preguntó:
"¿Por qué se oyen gritos?"

"Porque no me dejaste orinar, imbécil", le contesté, mientras me paraba e iba corriendo al baño.

7/1/09

La ventana (atrasada).




Lo veo y envidio su paz, su despreocupación por la vida. Ojalá yo pudiera ser como él aunque sea un poquito, por un momento. Trato de no hacer ruido cuando me acerco, pero aun así me siente y voltea a verme con sus ojos entrecerrados, deslumbrados por el cambio de luz. No sonríe, pero sé que le gusta cuando lo acompaño a ver cómo se mueven las ramas de los árboles. Para él, el pasto del otro lado no es más verde, y sé que seguro sabe adivinar lo que piensa la gente cuando le pasa por enfrente ignorándolo por completo, aunque aveces algunos que saben ver se detienen y le hacen un gesto. Él ni se inmuta, no le importa, y lo envidio un poquito de nuevo. No sé cómo le hace que siempre sabe encontrar el único rayito de sol que entra a la casa. Pero así, sin querer, sin saber, me enseña a vivir un poquito mejor cada día.

Estando ahí, miro por la ventana cómo pasa el tiempo. Me acurruco con él. Y sin pronunciar palabra, me dice que me quiere cuando no puedo hacer que deje de ronrronear.

Sin pantalones


Julián y Ana entraron corriendo al baño sin que nadie los viera. Ya jadeantes y un poco cansados, cerraron la puerta con seguro para que Emilio no fuera a entrar en ese momento y los encontrara ahí.

Julián se bajó los pantalones. Ana se asustó un poco y lo vio a los ojos. A sus nueve años, lo único que quería Julián era hacer pipí. Ana, apenada, se volteó hacia la pared.

De estar jugando a los Power Rangers, huyendo de Emilio porque no querían dejarlo jugar por ser más chico, sin darse cuenta pasaron a jugar a las escondidillas y ahora Emilio era quien buscaba.

Adentro del baño, Julián terminó de hacer pipí, pero otras cosas empezaron a pasar por su mente. Ana era un poco mayor que él, y aunque ella no lo sabía --tal vez sí lo sospechaba--, era el amor platónico de Julián. No era la primera vez que él dejaba que alguien más le viera sus cositas. Era común que se quedara a dormir con su primo Lalo, y a veces los metían a bañar juntos. A pesar de su inocencia infantil, siempre tenían el respeto de no mirarse fijamente ni acercarse mucho, pero ya estaban algo acostumbrados a estar así, sin pudor. Sin embargo, se dio cuenta de que con Ana las cosas eran diferentes, porque ella era una niña.

Ya había visto algunos dibujos de libros y monografías donde enseñaban la diferencia entre niños y niñas. Pero sintió una gran curiosidad por ver aquella ausencia en vivo.

"¿Por qué no me enseñas?"

"¿Enseñarte qué?", contestó Ana, volteando la mirada a otro lado.

"Pues... eso. Mira, yo te enseño lo mío... entonces ahora tú tienes que enseñarme lo tuyo. Bájate los pantalones."

"No.. yo no... es que me da pena..." Ana ya tenía cierta educación de señorita y sabía que eso no era propio.

"¿Nunca le has enseñado a nadie?"

"No... bueno sí, pero sólo con niñas."

"Pero somos primos... además, yo ya te enseñé, así que ahora tú tienes que enseñarme. Mira, no pasa nada..."

"No, no... es que... no."

"Ándale, nada más tantito... rápido y ya. Antes de que venga Emilio."

Ana se empezó a poner un tanto nerviosa y ya no supo qué decir. En ese momento tocaron la puerta. "¿Niños? ¿Están ahí?"

Julián se subió los calzones y los pantalones rápido. "¿Quién es?"

"Sálganse de ahí... no quiero que se estén encerrando en el baño... ahí no es para jugar"

"Pero es que nos estábamos escondiendo de Emilio..."

"Pues vayan a esconderse en otro lado. No jueguen con los seguros de las puertas."

"Buuu..."

Ana y Julián salieron del baño. Julián un poco decepcionado de que su prima no confió en él, y que no pudo seguir con su educación sexual; Ana tranquila, dando gracias de que aquella situación tan extraña hubiera terminado.

Desde entonces, Ana aprendió a no confiar en los hombres que quisieran jugar a las escondidillas con ella.

5/1/09

Claustro-fobia


Él realmente me gustaba, era como que de esos chicos indies que ves en el chopo, bien vale madres el asunto, la cosa es que era primo de mi mejor amigo y ¿Porque no? tres años menor que yo. Si tomamos en cuenta que esto pasó hace muchos años, yo tenía 20 él 17, es decir ¡Era menor de edad! Pese a esa limitante, acepté a ir con él al cine, pero no era de esos cines comerciales, era una matiné cultural en cu, así que el título de la película dejaba mucho que desear: "Lucía y el sexo". Buenísima y por supuesto él buenísimo, lo pude apreciar después de haber pasado mi mano derecha por su espléndido y sensual torso, una escena que jamás olvidaré.


Pasó mucho tiempo para que yo me lo volviera a encontrar, pese a que yo me portaba de lo más accesible con él, jamás se acercaba, me veía con cara de: Eres mala y me comerás... Realmente ni siquiera me portaba como la femme fatal que cualquiera, al saber de esta historia, supondría.


Un día, mi amigo lo llevó al trabajo (mi amigo y yo trabajabamos en la misma oficina, eramos compañeros de trabajo a demás de compañeros de escuela) y le dijo: Que Lenna te enseñe la oficina, para que hagas tu trabajo...


Me quedé igual que ustedes, no sabía que "trabajo" podría hacer un estudiante de comunicaciones al mostrarle cada rincón de la enorme casa en donde trabajaba, pero no pensé mucho en eso y le dije: Por aquí... Estaba dispuesta a hacerla de guía.


Éste es el comedor, aquí es la cocina... ¿Quieres un refresco? Aquí están las escaleras, aquí la biblioteca, aquí la oficina del jefe.... Y me interrumpe: ¿Podemos ver la oficina del jefe?


La verdad es que no vi porque no, el jefe estaba de vacaciones en Chihuahua, era viernes, no regresaría... Él ya tiene 19 y yo 22 ah! No sé porque a mi mente vino ese dato...
Claro, entra.


Le mostré el escritorio, de caoba, su librero, de caoba, su silla, de caoba... ¿Y el baño? me pregunta. Yo estaba un poco extrañada, pero igual se lo enseñé.


El baño era enorme, parecía un cuarto a parte, la regadera tenía llaves para regular la presión del agua y dar masaje (creo que tiene un nombre específico pero lo cierto es que ese dato es de los 320 que me importan un carajo) tenía jacuzzi..... Y un closet, pequeño, como para sólo guardar la bata de baño, la toalla y algunos otros menesteres.


Antonio me miró con cara de libido, una que jamás me había mostrado y comenzó a besarme y yo me dejé llevar, las caricias eran cada vez más intensas, los besos más apasionados, comencé a sudar y escuchamos ruidos cerca.


Vamos a meternos al closet, dijo Antonio de inmediato.
Si... dije en un gemido.


Abrió la puerta del closet y nos introdujimos, cerró la puerta de inmediato e intentaba seguir con la misma intensidad de besos pero yo sentí que estaba muy obscuro, muy pequeño, sentía las paredes cerrarse contra mí, comencé a ver destellos azules enmedio de la oscuridad...


Abre la puerta un poco, está muy oscuro, le susurré al oído con todo y lengüetazo integrado.
Él trató de obedecer pero... No pudo abrir... Intentó un par de veces... Hasta que me dijo: Lenna, la puerta sólo se abre por fuera.


¡SOY CLAUSTROFÓBICA GRANDÍSIMO PENDEJO! Grité, y en verdad no mentía. Comenzaba a marearme, sentía la falta de oxígeno cada vez más sofocante, iba a desmayarme.


Él realmente estaba asustado, trataba de abrir la puerta, creo que hasta sacó una de sus credeciales para tratar de botar el seguro, era en vano, la puerta no podía abrirse.


Estaba a punto de gritar, ya saben, el ambiente cero romántico hasta que él decidió patear la puerta y botar así el seguro, lo hizo dos o tres veces hasta que, finalmente, la puerta se abrió pero el marco se descuadró, hicimos un ruido estruendoso y salimos como bala para que nadie notara que fuimos nosotros.


Nos refugiamos en la cocina y nos sentamos para tomar agua, agitados. Pero nadie nunca supo que fue lo que le sucedió con el marco del clóset del baño del jefe y, sobra decir que entre Antonio y yo no hubo más que miradas de complicidad y que parecían decir "cállate no digas nada"...


Un fracaso total, todo por mi claustrofobia.
Años después me enteré que aquél "trabajo" consistía en hacer un relato sexual para una clase de literatura... Me temo que Antonio tuvo que usar su imaginación...

4/1/09

6 cuadritos de papel

Ciudad juarez es el lugar más extraño de la galaxia. Allí los coches se llaman “muebles”, hay más teibols que escuelas, todos se llaman bato y son peludos y toman soda, leshi y misheladas pero lo más extraño está en el lugar en donde ponen las ventanas.
Sucedió un día de verano, el día era perfecto, El Paso Texas, el desierto a un lado, la alberca del otro, sticky rice, salsa de pescado, puerco y camarones estilo Vietnam y un chingo de cervezas Miller Genuine Draft , casi el paraiso, por lo cual comí y chupe como niño de primaria federal con derecho a desayunito de DIF.

Al otro día, mi agenda me llevó de regreso a Ciudad Juarez, todo normal, todo tranquilo hasta el momento en que íbamos de regreso y estábamos formados en el puente para regresar a El Paso sentí cómo se me aflojó la calaca y por ende la imperiosa necesidad de echar unos lodos se apoderó de mi, justo cuando faltaban como 3 coches para pasar la frontera no pude más y me bajé hecho la chingada a buscar el baño más cercano, lo que más rápido encontré fue un mercado con “Baños de Cuota”, rápidamente saqué un billete de dólar y casi con el relleno cremosito apunto de salir entré a los baños, al pasar por el pasillo me di cuenta que la privacidad no existía en ese lugar, había una especie de puertita que convertía la parte superior del baño en una gran ventana, mientras buscaba un cubículo vacío me fui familiarizando con las caras de mis compañeros de desgracia, -cholos bigotones, gringos bien pedos, mariachis y locatarios- que se asomaban al igual que yo a la espera de 6 cuadritos de papel.

2/1/09

ventana y basura sentimental


Ya sè y sabes que desde acà te alcanzo a ver, y ya sè que odias verme porque no puedes evitarlo. Debe ser eso. Y debe ser que la ropa que dejaste algùn dìa perderà tu olor.
Todo cambia sobre nosotros y me muero por que camines por esa calle otra vez. Desde acà sòlo se ve tu sombra, que no eres tù, y los ojos que dicen màs. Y no es que nunca mire en otra direcciòn.
Duele tanto estar sin tí. Piensa lo que quieras, perdì el miedo a que entiendas la distancia y las sábanas frías.
Te obligas a sentirte arrepentida. Sigues pensando por mi, en lugar de en mi. Sentado aquí es fàcil confundirme con las demàs ventanas. Con ellas y no en ellas.
Ojalà te convirtieras aunque fuera en un pretexto o en basura sentimental para guardar.
Si pudiera abrir mis ojos y mirarte mientras duermes, porque ahora sòlo puedo ver hacia afuera, tu puerta y un carro que no es mio. Y es que mirar es lo unico que nos queda.

1/1/09

El primer amor de un Ninja


Esta historia aconteció hace muchos muchos años, cuando su servidor era apenas un puberto común y corriente.

Atrás quedaban los años en que yo asistía a una escuela de puros hombres, y jugaba a ser un caballero del zodiaco con mis amigos, en ese enorme enorme patio escolar, que años después, dejó de parecerme tan grande.
Atrás quedaban los años de pensar que las niñas tenían piojos, y jurar que jamás sería amigo de una, porque los hombres éramos infinitamente superiores.
Atrás quedaban los años de tener que forrar de verde mi cuaderno de ciencias naturales, y de amarillo el de ciencias sociales.
Atrás quedaban los felices años de mi infancia.

Todo esto quiere decir que ya estaba en secundaria.

Yo sé, parece ilógico decir que todo quedaba atrás, y me encontraba yo en un presente lleno de madurez y situaciones difíciles.
No, en realidad, viéndolo con objetividad, seguía estando en mi infancia; pero en esos momentos, yo me sentía mucho más grande e importante que los "niños" de primaria, porque ahora podía decirle a mis amigos: "Yo tengo historia universal a segunda hora, ¿y tú?"

La secundaria es una etapa difícil, en que todos pasamos por muchos cambios, y yo estaba pasando por ellos precisamente.
Mi voz estaba cambiando (trayendo consigo los incomodísimos gallos), mi cabello estaba pasando de lacio a ondulado (un cambio muy común en mi familia), mis axilas empezaban a sudar y a oler feo (y el hombre que diga que nunca pasó por al menos un día de apestosidad antes de darse cuenta de que ya necesitaba empezar a usar desodorante, miente), y mi barba no estaba saliendo.
Y en realidad, esa sigue sin salir.

Y entonces pasó: me gustó una chava.
Esa es la señal más grande de que un niño está convirtiéndose en hombre.

Un día, llegué yo a mi escuela, y como todos los días, me senté en mi lugar a esperar a que empezara mi primera clase.
En esos entonces yo no acostumbraba llegar a dormirme a mi banca, eso empezó a pasar en prepa.

No, en realidad, en esos tiempos, yo era un ñoño. Un súper nerd.
El típico teto chaparrito y güanguito, con lentes redondos, peinado hacia atrás, y promedio envidiable; el loser que sólo se preocupa por sus calificaciones, y que jamás se atrevería a llevarla la contra al maestro.
No. Un punto menos en conducta significaba un fracaso total, y yo jamás me hubiera atrevido a hacer nada para merecerlo.

Neta, en ese entonces, yo era un tetazo. Ese "yo" me da mucho asco.

La vida y sus circunstancias se encargarían de transformarme en el joven nihilista y valemadres que soy el día de hoy, pero esa es otra historia completamente diferente.

Regresando:

La primera clase terminó, y salimos a nuestro receso (¡wow, un receso! eso es infinitamente más mejor que un "recreo", como el que les dan a los niñitos de primaria).
Saliendo del salón, yo bajé las escaleras, para llegar al lugar donde me encontraba con mis amigos después de cada clase.

Dando la vuelta en una esquina, me estrellé contra una niña.
Cuando voltée para pedirle perdón por mi descuido, me quedé sin palabras: era la niña más bonita que jamás había visto en mi vida.
De hecho, lo que me hizo darme cuenta de que mi cuerpo estaba pasando por muchos cambios, fue que ella era la ÚNICA niña bonita que había visto en mi vida.
Todas las demás tenían piojos y eran cursis y tontas; pero ella no, ella era especial.

Tenía la excusa perfecta para iniciar una conversación:
Me acababa de estrellar con ella, así que había hecho que perdiera el equilibrio; eso significaba que tenía su total y completa atención.
¿Que qué hice, preguntan ustedes?
¿Le pedí perdón, hice alguna broma acerca de mi torpeza y le pregunté su nombre?

No. En ese entonces yo era un tetazo, ¿recuerdan?
No no, sólo balbucée unas cuantas palabras, mientras miraba al piso, y me fui de ahí lo más rápido que pude.

Pero algo en mí había cambiado para siempre.
Había dado ese gran paso de la vida: había encontrado a mi "primer amor".

Durante los siguientes días, yo pasaba mis recesos buscándola en el patio, y cada vez que la encontraba, me quedaba observándola, pero siempre desde un lugar donde ella no pudiera verme.
Neta, me doy asco, no puedo creer lo malo que era con las mujeres en ese entonces.

Con el tiempo, averigüé que iba en primero de secundaria (yo iba en segundo), y que se llamaba Liz.
Pasaron varios meses, y yo seguía sin atreverme a hablarle; me había resignado a ser simplemente su admirador secreto; aunque en el fondo, tenía la esperanza de que ella también estuviera secretamente enamorada de mí, y quería pensar que ella también me observaba sin que yo me diera cuenta.

En mi mente, Liz era la niña perfecta, y si tan sólo pudiéramos hablar, ella se daría cuenta de que yo era su pareja ideal.
Pero claro, yo jamás me iba a atrever a hablarle.

Para este punto de la historia, algunos de ustedes se estarán diciendo: "pues... qué bueno y qué bonito, pero se supone que el tema de la semana es La Ventana. ¿Dónde carajos entra una ventana en tu historia de fracaso amoroso?"
Qué perspicaces y observadores son ustedes, lectores imaginarios compartidos.

La ventana entra donde el destino quizo que entrara.

Verán:

Un día, casi a finales del año escolar, yo llegué a mi escuela muy temprano, como todo buen ñoño; pero ya estando adentro de mi salón, me di cuenta de que había olvidado llevar mi portafolio de dibujo, así que rápidamente le marqué a mi papá y le pedí que me lo llevara rápido, porque lo necesitaba para tercera hora.
Mi papá me dijo que llegaba como en 15 minutos, que lo esperara afuera de la escuela.

El problema era que las clases empezaban a las 7 de la mañana, y mi escuela cerraba las puertas a las 7:05.
Y yo le hablé a mi papá a las 6:55.

Contra todo lo que yo consideraba correcto, decidí que tenía que salirme del salón, porque el portafolio de dibujo era lo más importante del universo.
En efecto, mi papá llegó a la hora prometida, pero ya habían cerrado las puertas.

Por más que le expliqué mi situación al policía de la entrada (casi llorando, por cierto), éste no me dejó pasar, y me dijo que tenía que entrar por la recepción, y tenía que apuntarme en la lista de retardos.

Siendo la primera vez que no llegaba a tiempo, yo no tenía ni idea de lo que había que hacer, lo único que sabía, era que a los que llegaban tarde, los dejaban entrar hasta segunda hora.
Después de apuntarme en la lista de retardos, y de sentirme como la persona más idiota e irresponsable del universo; la secretaria me dijo que tenía que ir a equis salón, a hacer planas de castigo en lo que terminaba la primera hora.

Recuerdo haber entrado en ese salón sintiéndome profundamente avergonzado: estaba castigado junto al resto de irresponsables buenos para nada que tanto me desagradaban.
También recuerdo que tenía mucho frío.

Gracias a Dios, el sol estaba saliendo, y precisamente había un lugar junto a la ventana, donde un pequeño rayito se colaba, trayendo consigo luz y calor.
El lugar de la ventana.

Me senté, y una maestra gorda me dijo que tenía que llenar 3 cuartillas con la frase "no debo llegar tarde".

Minutos más tarde, la puerta del salón de volvió a abrir; y entró ella.
La niña a la que tanto amaba estaba en el mismo salón que yo; Liz también había llegado tarde.

La maestra gorda le preguntó dónde se iba a sentar, y Liz respondió: "en el lugar de junto a la ventana porque tengo frío".

Y así, Liz empezó a caminar por el salón, mientras mi mundo se movía en cámara lenta.
Se sentó justo adelante de mí, y yo sentí mariposas en el estómago.
Fue en ese momento en el que yo empecé a creer en el destino.

Pasaron alrededor de 20 minutos en total silencio; 49 personas tenían los ojos puestos en sus planas de castigo, y una tenía los ojos puestos en la niña sentada delante de él.

En eso, la maestra gorda salió del salón, diciéndo que regresaría en 5 minutos.
En cuanto se hubo ido, todos empezaron a hablar y a echar desmadre.

Yo sabía que esa era la oportunidad que tanto había deseado, y no podía desaprovecharla.
Con el corazón en la garganta, me atreví a hablar con Liz por primera vez:
"Qué hueva hacer planas, ¿no?"

Sí, esas fueron mis palabras. Yo lo sé, soy todo un Don Juan.

Los siguientes 5 minutos fueron los mejores de mi vida, me sentí más realizado que nunca.
No dijimos nada importante, y estoy seguro de que ella ni siquiera recuerda aquél día; pero esa fue la primera vez que me atreví a hablarle a alguien que me gustaba, y por más ridículo que suena, cambiaron mi vida.

Y yo jamás voy a olvidar esos 5 minutos que pasamos junto a la ventana.