29/12/08

-Está cerrado-


Yo lo único que quería un café, lo juro.

Salíamos de aquella fiesta espantosa y lo único que deseaba era tomar café así que le dije a mi amigo Alejandro: vamos al starbucks.
¡No mames Lenna! Me acaban de poner el cuerno y tu me hablas de ir a tomar un café con gente horrenda vestida muy high? Ve tu si quieres, bájate del coche, gritó.

Y me bajé.

Lo vi por la ventana de la puerta del copiloto, mirando hacia el frente, tomando el volante por ambas manos como si quisiera aferrarse al pasado, giró de pronto su rostro y ahora sí pude percatarme con certeza de que eran lágrimas aquellos destellos de su rostro.
No me quiere Lenna ¿Qué hice mal?, berreó.

No sabía que decirle, la escena que habíamos pasado era una traición, ni él ni yo sabíamos como enfrentarlo. Yo me encogí de hombros, no pude hacer más.
Arrancó el coche y se fue. Yo comencé a caminar. No sabía exactamente porque no estaba triste como lo estaba Alejandro, el ver a tu mejor amiga, novia de tu mejor amigo con tu novio no es algo que pase todos los días.

Eran las siete de la mañana y yo caminaba sobre insurgentes, justo enfrente del parque de la bombilla y me senté en la banqueta, oliendo a cigarro y a vodka y a cerveza tal y como huele una perdedora. Hacía frío y yo sólo llevaba un suéter anaranjado que había pertenecido a mi madre en sus años mozos (no le digan a nadie pero tiempo después se me olvidó en un vagón del metro) y una bufandita de colores que también le perteneció, tenía frío.

Mi plan era esperar hasta que abrieran el starbucks pero comencé a helarme, mis dedos se congelaban, no sentía mis labios, tomé el celular y le marqué a Patricia. "El número telcel que usted marcó esta fuera del área de servicio". Zorra.

Me acerqué a la cafetería, la estaban limpiando y un chico giró a verme, me sonrió a través de la ventana y yo correspondí.

Me hizo la típica seña que quiere decir: "aguántame tantito" y corrió hacia adentro del establecimiento. "Me congelo", pensé, abracé mis brazos y los froté, la espesa niebla de la madrugada comenzaba a dar paso a los escasos rayos de sol del día.

El chico abrió: Abrimos hasta las nueve. Yo lo miré con cara de súplica y eché mis brazos a los costados, soltando un tenue: Tengo frío...

Pasa, sonriendo me dijo, tienes cara de que te gusta el latte de vainilla ¿quieres que te prepare uno? Puedes contarme lo que te pasa mientras limpio.

Yo no decía ni una palabra, me senté en uno de esos silloncitos clásicos grises. Lo oía hablar de su jefa, de los clientes, del café, de la leche, de las servilletas. Yo miraba por la ventana y una lágrima se me escapó de pronto. Venían a mi mente pequeños extractos de mi vida pasada, las veces que me habían engañado, las veces que había pasado exactamente por la misma escena y yo no lloraba porque comenzaba a acostumbrarme, ahora lloraba por temor a eso, a acostumbrarme.

El chico trajo el latte de vainilla y se sentó a mi lado.
¿Como te llamas?, me cuestionó. Dudé en decirle la verdad así que mentí: Elenna.
Intentó sacar plática y yo renuente, sólo alcancé a decir: Ahí está.

¿Quién?, dijo el chico mientras se levantaba del silloncito de al lado mío.
Mi novio, bueno mi ex, el que me acaba de poner el cuerno con mi mejor amiga. Me pude percatar de que mi voz temblaba, me había levantado con el café en la mano, estaba dispuesta a irme corriendo, con el café en la mano claro está.

No te muevas de ahí
, el chico habló mientras se dirigía a la entrada.
Me acerqué a la ventana, mi ex estaba viéndome, se le notaba que había corrido, tenía rojos los ojos, los labios partidos y yo mi lágrima seca.

El chico salió para detenerse justo al lado de él y decirle: Está cerrado, abrimos hasta las 9, así que te pediría que... (bla bla bla) entre él y yo no había un solo parpadeo. Logré detectar que me decía: Ven. Y yo sólo me volví a encoger de hombros y a decir muy despacio, para que me entendiera: Está cerrado. Me miró incrédulo, yo sonreí con aquella mueca en el rostro que apenas si alcanza aquella definición, quité de mi rostro la sal que había dejado aquella lágrima y me senté en una silla, frente a la ventana, mirando al que alguna vez pensé a mi lado para siempre, mirando como si fuera ahora sólo un sueño de aparador. Él estaba ahí de pie y gritaba. Yo ya no lo oía, sólo me percataba de que escupía el vidrio. Yo mantenía mi sonrisa y le daba pequeños sorbos a mi café. Mientras cruzaba la pierna... Y él se fue, así como se fueron mis ilusiones de princesa cuando Alejandro abría la puerta de aquélla habitación donde él olvidó que me tenía a su lado. Ya no más, ahora él también terminó viendome del otro lado de la ventana, donde yo ya no tenía frío, donde estaría mejor sin él.


El chico, de quien jamás supe su nombre, regresó a sentarse a mi lado, después de haber limpiado la ventana.
¿Estas bien?, me preguntó y se veía preocupado.
No, confesé, pero lo estaré.





No mentía.

19 comentarios:

kLetus dijo...

Ouch, conocía la parte de la escena de los novios, pero no lo que había pasado después un café matutino en esas condiciones siempre reconforta... Aún sigues mirando la ventana?

Anónimo dijo...

A veces uno se encajona en lo que le sucedió y piensa que es lo peor que pudo haber pasado en la vida, cuando allá a fuera hay muchos que también sufren.

Me encantó el relato Lenna.
Muy llevadito de la mano la cosa.

Ninja Peruano dijo...

Wow, esa historia me encantó.

Va a estar difícil superarla...

Estúpido amor, estúpidos sentimientos, estúpido año nuevo!

Ricardo Santos dijo...

pinche amor, :(

apesta.

pero tù no, tù no apestas nadita nada.

:*

El mecartistrónico dijo...

No el amor no apesta. Apestan las que no quieren darlo.

Y las que no se bañan.

Próximamente (más específicamente, el miércoles): un relato muuuuuy cursi escrito hace 6 años.

Shadow dijo...

Él pertenece a ella, y ella pertenece al pasado,
y las risas los gritos y los reclamos,
esos no pertenecen a nadie, esos se los regalo
Él la ve con ojos llorosos, ella ya no lo mira pero se acuerda
de el por unas fotos, unas fotos viejas que se han ido desgastando
igual que las promesas de amor eterno que se perdieron con los años
ella esta cansada y aburrida el esta mirandola y casi no ve nada
¿De qué se abra enamorado? por qué ella se ve como el humo,
por qué él se pasa la vida intentando

Pät dijo...

Te odio tanto cuando escribes asi. Ya sabia que pensabas que era una zorra pero... Bueno creo que si le da emocion a la historia.

Yo podré algun dia que este preparada para hacerlo, escribir mi replica sobre esta historia, pero jamás será tan buena como la tuya.

Joder, como escribes coño...

Saludos desde UK.

El mecartistrónico dijo...

A "me" le faltó decir que ese poema es de Edel Juárez

Que suena muy bonito en un la primera versión de "Estoy Aquí" de Edgar Oceransky

El mecartistrónico dijo...

Estoy aquí

Lady Vendetta dijo...

ay...siempre me pasa

Lolita dijo...

Lo cierto es que... Estas mejor con el café en la mano.

Sascha! dijo...

Y ese tipo de cosas siempre son triste, lo bueno es cuando tienes a alguien que te ayude...

así sea un desconocido...

LauSanBal dijo...

Ese cafe siempre siempre logra reconfortar al alma... o bueno, al menos a mi me funciona... no manches, escribes super chido! :D

Y lo mejor de todo fue el cierre: "No mentia".

Fuerza! :D

Señorita Lu dijo...

ay ese starbots donde alguna vez trabaje... me trae buenos recuerdos... pero con esa historia :S... ni el grande caramel machiato extra caramelo haria sonreir... sabria como amargo y no pasaria por la garganta

Marlenne Magallanes dijo...

kLetus: Siempre hay que saber toda la historia (bueno la verdad es que esa historia me dio muchos placeres escribirla y muchos dolores el vivirla)

Alex: Ou sorry no te consulté pero apareces poquito... Sí ya sé, nadie sabia esta historia, pues sépanselo ah ja ja ja. Que bueno que te gustó.

Ninja: Aw gracias, que tu lo digas es así como que súper sensual...

Chokö: Fiú que bueno que no apesto...

Jvr: Aw gracias por los links, siempre tan atinados tu.

nb: (me): Él perteneció a ella y ella le pertenece a todos, no hay historias sin nudos en la garganta. Él ya no la ve y ella se acuerda sólo en sueños, nadie se enamoró de nadie, pero eso lo sabe uno hasta que llega al final...

Pät: ¿que puedo decir? Espero leer la réplica.

Lady Vendetta: Si, pero velo por el lado bueno este post (a mi juicio) está buenisimo.

Lola: Definitivo y si es latte de vainilla, mejor

Lorena: Hay personajes secundarios que cambian radicalmente la historia.

Miss Mac Lovegood: Que bueno, el café es de las mejores cosas bebibles en el mundo. Aw gracias por tus palabras, realmente me animan y me alientan a escribir más y mejor...

Señorita Lu: Así? igual y conociste a mi ángel de ese día... Bueno el caramel cahiato extra caramelo creo que no hace reír ¡Tira los dientes!

Gracias a todos, creanme que vuelvo a leer esta historia y me hace creer que no soy tan mala escribiendo. Feliz 2009!!! Liberense de cadenas es súmamente reconfortante...

El mecartistrónico dijo...

ñaa esos links no cuentan como comentario a tu post. Son sólo complemento del comentario de me.

La verdad es que últimamente no he comentado mucho porque siempre trato que mi comentario aporte algo... y últimamente me he encontrado con posts muy chidos que la verdad me da miedo "ensuciar" con un comentario chafa.

Así que sólo comentaré esto:

Me gustó.

Pät dijo...

Nada más para decirles a tus lectores que en mi blog está mi réplica, por si a alguien le importa claro.

El Arturelo dijo...

Es la primera vez que leo este blog multitudinario y vaya Lenna escribes muy chido.

Felicidades

Marlenne Magallanes dijo...

Jvr: Osh bueno entonces ñe y gracias por decir que te gustó es un buen cumplido viniendo de ti.

Sí, vayan a ver el cuento de Pät

Ajrotauqruoin: Gracias por tus palabras alentadoras!!