13/12/08

La überñoñez

Creo que podría decirles lo más ñoño que he hecho en una simple frase:

Existir. De los cero a los quince años.

Neta, durante todo mi kinder, mi primaria, y mi secundaria; fui lo más ñoño que existió en este planeta.
Bueno, no, no era lo MÁS ñoño; ese dudoso honor lo sigue teniendo el mecartistrónico.

El caso es que fui de lo más nerd que se podía ser. Puro diez, primeros lugares académicos, en lectura, en oratoria, concursos de matemáticas; you name it.

Pero nada de eso fue lo más ñoño que hice.
No, veran, el pedo está así:

Harto de ser tan loser y tan nerd, decidí que iba a mandar todo al demonio. Ya estaba harto de ser así; quería tener una vida.
Así que, entrando a prepa, tuve un cambio radical.

Deje de vestirme como niño de catálogo Ferrioni, cambié mis lentes redondos de loser, por unos de contacto, que dieran a notar mis desgarradores ojos verdes.
También mandé al diablo mis calificaciones, y empecé a echar desmadre.

Fue mal momento para hacerlo, porque justo cuando entré a prepa me dieron beca, y tenía que mantener ocho de promedio, porque cada mes que no lo hiciera; una señora iba a buscarme para regañarme y quitarme la beca ese periodo.
Entonces, cada mes, tenía que esconderme de la señora quitabecas, y acababa encerrado en un cubículo del baño (que por cierto, es el baño más grotesco que jamás he visto, y TODOS los cubículos estaban sucios, y la mayoría con pozolazos); o en la azotea, o en el closet de servicio; o, una vez, en el cuarto abandonado del gimnasio, y eso NO acabó bien...

El caso es que cada mes, tenía que vivir con miedo de que la señora malévola me descubriera y llamara a mis papás para decirles que su hijo era una decepción; y que por culpa de la falta de interés académico de su vástago, ellos iban a tener que pagar colegiatura.

Evidentemente, al vivir en la casa de mis papás, no me convenía que ellos estuvieran enojados conmigo; por eso, cada vez que era día de entrega de boletas, yo inventaba algún pretexto para salirme temprano de la escuela, y que la señora no me encontrara.

El gran problema era que, para salirme de la escuela, tenía que tener la autorización del coordinador de asistencias, un viejito de como unos 158 años, todo chaparrito y buena onda.
Siempre era muy buen pedo, EXCEPTO cuando le pedías permiso para salirte temprano; entonces se volvía más malo que Lucifer, y te regañaba como media hora, antes de autorizar tu salida.
Y aún con la salida autorizada, tenías que ir con la secretaria para que ella llamara a tu casa, y tus papás te dieran permiso de salir.
Sí, mi escuela era peor que una cárcel.

Regresando a la historia de mi ñoñez.

Todo comenzó un lunes nublado y frío; yo llegué a la escuela, y en cuanto me senté en mi lugar, recordé que era día de entrega de boletas.
No tuve mucho tiempo para tener miedo, porque la clase con mi titular (y por tanto, el fatídico momento de las calificaciones) era a primera hora.

Empieza a entregar boletas, y veo que todo mundo pone cara de confusión.
Me dan la mía, y veo: 8.1 de promedio.

"¡A huevo! ¡Mantuve mi beca! ¡Soy un genio!", pensé, alegremente.

Después, veo mis calificaciones, y noto algo extraño: 10 en matemáticas.
Eso no era normal, puesto que estábamos en el sexto mes de clases, y no llevaba ni un sólo mes pasado.
Es más, en la boleta aparecían cincos, pero como mi maestro de matemáticas me recordaba cada vez que podía, mi promedio real era de dos punto cuatro.
Y, como además estaba seguro de que no había podido aprobar la materia ese mes, porque me habían corrido del examen por pegar un dibujo obsceno en el escritorio del profesor; entonces estaba completamente convencido de que ese 10 era un error.

Voltée para presumirle mi 10 pirata a un amigo, y en eso, el güey me dice: "Mira, saqué 10 en matemáticas..."; eso tampoco estaba bien, porque mi amigo iba igual de mal que yo; de hecho, a él lo corrieron del examen por mojar la camiseta de una compañera, y gritar "No me puedo concentrar si no veo chichis".

Justo cuando le enseñé mi diez, y empezábamos a discutir que algo no estaba bien, oímos un grito indignado; uno de los ñoños del salón estaba diciendo que la boleta estaba mal, que él no podía haber sacado cinco en matemáticas.

Todo el mundo empezó a gritar, porque aparentemente todos los huevones habíamos sacado diez, y todos los nerds habían reprobado.

Acabó la primera clase, y yo seguía orgulloso de mi diez; así que hablé a mi casa, y dije:
"¡Mamaíta! ¡Acabo de sacar diez en mate! ¿Cómo que por qué? ¡Soy un fucking genio, ese es el por qué! No mamá, no le copié a nadie. No, estoy casi seguro de que no es un error. ¡Carajo mamá, qué falta de fe en tu propio hijo! El caso es que mantengo la beca este mes, ¿ok?"

Colgúe, y regresé a clases.
En eso, la jefa de grupo, la ñoña más grande que he conocido, dice que acababa de ir a preguntar, y que alguien se metió a la cuenta del profesor de matemáticas, y le puso 10 a todos los que habían sacado 5, y viceversa; entonces el director le había dicho que ella tenía que recoger todas las boletas erróneas, para que pudieran imprimir nuevas.

Yo alcé la mano y le pregunté: "¿Neta esperes que te devuelva la única boleta de la que me he sentido orgulloso en toda mi prepa?"; y ella me contestó: "No, no lo espero, te digo que lo vas a hacer, porque si no te van a poner un reporte"

Yo, sintiéndo la amenaza, le dije: "¿Ah sí? ¿Eso es un reto o un doble reto?"
No me contestó; así que asumí que era un doble reto.

Mientras ella pasaba de lugar en lugar recogiendo las boletas, yo pedí permiso para ir al baño.
Cuando regresé, la jefa de grupo me estaba esperando en la puerta del salón, y me dijo que le diera mi boleta.
Yo le dije:
"Claro, con gusto te la daría, pero la tiene un amigo de otro salón"
Ella me dijo que no me creía, y le contesté: "pues me vale madres si me crees o no, de todos modos no te la puedo dar ahorita"

Verán, esa vieja y yo nos CAGÁBAMOS.

Yo estaba planeando una forma de escaparme de la escuela antes de que me obligaran a devolver mi boleta, porque ya le había dicho a mi mamá que ese mes iba a conservar la beca, y no podía fallarle; cuando en eso, termina la segunda clase.

Iba saliendo del salón, cuando saqué la boleta para ver mi hermoso diez otra vez, cuando en eso me gritan:
"¡Ahá! ¿No que no la tenías tú?"
Carajo.

La gorda ñoña se me acerca toda enojada (claro, que te pongan cinco cuando habías sacado diez debe ser bastante enojante); y me ordena darle la boleta.

Afrotunadamente, un amigo estaba escuchando la conversación, y decidió ayudarme.

"¡Se está incendiando una banca!", gritó.
Eso fue suficiente para que la jefa de grupo volteara a ver qué pasaba, y para que yo pudiera decir "¡hasta luego, ilusa!" y salir corriendo.

Rápidamente fui a la oficina del viejito coordinador de asistencias, y le dije que tenía que irme de la escuela, que era asunto de vida o muerte.

"¿Qué tienes?", preguntó.
Sin un pretexto adecuado, dije lo primero que se me ocurrió:
"Me duele... un ojo"

Después de como diez segundos de silencio incómodo, me dijo:
"Te regañaría por mentirme, pero cada mes es lo mismo contigo, así que no tiene caso, sólo dime algo... ¿estás ebrio o drogado?"
De nuevo, sin saber qué decirle, y con miedo de que me quitaran la boleta, le dije:
"Depende, ¿cuál de las dos haría que usted me dejara irme de la escuela más rápido?"

Me miró con tristeza, y me dijo: "ya vete... es más, tú ya no me tienes que explicar por qué te vas, simplemente dime que te firme la salida y ya; me rindo."

Agradecido, fui con la secretaria, y le di el número de mi casa, que convenientemente, se parecía mucho al número de una amiga, que, aún estando en clases, juró ser mi mamá, y me autorizó salir de la escuela temprano."

Y esa, lectores... no imaginarios, es la historia de lo más ñoño que he hecho: tatuarme un botón de power en la espalda.
Yo sé que a simple vista parece que no tiene nada que ver, pero sí que lo tiene.
Piensen en eso.

19 comentarios:

lielico dijo...

"No me puedo concentrar si no veo chichis", jajajaja eso nunca lo habia escuchado, y menos en un examen.
Pero que pasó, te quedaste con el 10 o te pusieron 5? Te quitaron la beca??

Ninja Peruano dijo...

Me quitaron la beca, pero me escondí de la señora y no le pudo llamar a mis papás.

Ricardo Santos dijo...

yo quisiera un tatuaje geek. pero aun no me decido si tatuarme el retrato de einstein o el de rafa marquez.

Ninja Peruano dijo...

Mejor tatúate dos letras al azar, y cuando la gente te pregunte qué significan, míralos con desprecio y trátalos como si fueran idiotas.

Odile dijo...

Jajajaaja, yo pensaba en tatuarme "42".... tengala quien me diga q significa se gana un premio a lo más geek.

Ninja Peruano dijo...

42 es la respuesta a todas las preguntas y el significado de la vida.

Lo más fácil del mundo.

No hay que dudar de mi geekness.

Odile dijo...

AAAAAhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, lo sabe, el lo sabe....q miedo, ahora debere matarte :P

El mecartistrónico dijo...

Ah, yo también sabía el 42! =(

Sólo que a las dos de la mañana no estaba en mi casa ñoñamente leyendo blogs ñoños.






Estaba jugando Nintendo.

Ninja Peruano dijo...

Acéptenlo. Soy el geek más sensual de todos.

Marlenne Magallanes dijo...

Quería comentar algo pero no puedo dejar de reir...

Seee eres el geek mas sensual, por lo menos de los que conozco...

Kvvanchai dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Kvvanchai dijo...

Jajajaja

Muy bueno.

Yo alguna vez tuve ganas de tatuarme en la muñeca izquierda el código de barras que correspondiera a mi matrícula de la escuela, pero como soy belonefóbico la idea quedó rápidamente descartada...

Anónimo dijo...

Super divertido...
Yo me tatuaré el valor de pi al rededorde mi muñeca... ¿Eso es ñoño?

Ninja Peruano dijo...

Kvvanchai: No duele tanto como la gente dice. En realidad duele un poco más.

Alex: Sólo si dejas que el valor se extienda hasta el antebrazo.

LauSanBal dijo...

Jajajaja... apuesto a que ese boton de power te consigue "polluelas"... xD

The B.I.L.F. dijo...

Los tatuajes ñoños salen más caros.

Lady Vendetta dijo...

jajajaja Vignau te dejaba salir? no inventes! ESO es lo verdaderamente ñoño, yo me escapaba por la parte d atras del auditorio, esa q iba a dar a la casa de los hermanos maristas

Millhouse dijo...

Con razon no me concentro en la oficina, demonios de haberlo sabido antes...

Claudia dijo...

Eso no fue lo mas ñoño que has hecho!! yo te conozco peores cosas!!