Fue una mala temporada. De hecho, ya llevaba mucho tiempo en que todo me salía mal. Mi tesis de maestría estaba totalmente estancada. No veía no cómo seguirle. La clase que estaba llevando --que se suponía que me iba a ayudar-- no me ayudaba en nada; al contrario, sentía que sólo me hacía perder el tiempo y sufrir en balde. Mi mamá estaba cada vez peor de la espalda. Bastante seguido despertaba por las noches con dolores. El trabajo se volvió completamente monótono. La mayoría de mis amigos se estaban yendo: unos se iban a otras ciudades (o países); otros simplemente se fueron. Llevaba un bueen rato sintiéndome solo, sin encontrar a nadie con quien compartir mi vida, y en vez de acostumbrarme, sólo empezaba a perder las esperanzas.
¿Por qué? Hasta entonces, prácticamente todo en mi vida me había salido bien, o al menos relativamente bien. Confiaba en Dios, le pedía cosas, era buena persona y voilà, aparecía lo que había pedido. Nunca me atreví a llamarles "milagros", porque nunca me pasó nada que violara las leyes naturales. Pero sí era muy evidente que a veces pasaban cosas cuya probabilidad de que pasara era muy pequeña... pero pasaban. Y coincidían justo con lo que había pedido. Desde mi punto de vista, los "milagros" de Dios consistían simplemente en manipular la suerte a tu favor. Después de todo, no podía violar las Leyes que él mismo creó para el mundo.
Sin embargo, de un tiempo para acá, las cosas ya no funcionaban así. Le pedía dejar de encontrarme a cierta persona, y, tómala, que se me aparecía al día siguiente en el lugar más inverosímil. Le rogaba que mi mamá dejara de sufrir, y esa misma noche despertaba llorando. Le pedía que ya no hubiera violencia en este mundo, y al día siguiente mataron al hijo de la vecina por quererlo asaltar. Estaba seguro de que, si Dios existía, le encantaba burlarse de mí.
Aunado a eso, me empecé a dar cuenta de todas las injusticias en el mundo. Niños inocentes literalmente muriendo de hambre. Narcos decapitando gente por todo el país. Guerras por todo el mundo. Personas que no eran ni la mitad de "buenas personas" de lo que yo era, obtenían más de lo que querían.
Una de dos: o Dios se murió, o nunca existió y simplemente antes había tenido suerte. Después de muchos años de estudiar el Método Científico y las leyes de la Física y la Química, que gobiernan y describen a la perfección el comportamiento de todo el Universo, me di cuenta de que lo más seguro era lo segundo. Por fin lo entendí.
Sin embargo, el saber eso definitivamente no me hacía más feliz.
¿Por qué? Hasta entonces, prácticamente todo en mi vida me había salido bien, o al menos relativamente bien. Confiaba en Dios, le pedía cosas, era buena persona y voilà, aparecía lo que había pedido. Nunca me atreví a llamarles "milagros", porque nunca me pasó nada que violara las leyes naturales. Pero sí era muy evidente que a veces pasaban cosas cuya probabilidad de que pasara era muy pequeña... pero pasaban. Y coincidían justo con lo que había pedido. Desde mi punto de vista, los "milagros" de Dios consistían simplemente en manipular la suerte a tu favor. Después de todo, no podía violar las Leyes que él mismo creó para el mundo.
Sin embargo, de un tiempo para acá, las cosas ya no funcionaban así. Le pedía dejar de encontrarme a cierta persona, y, tómala, que se me aparecía al día siguiente en el lugar más inverosímil. Le rogaba que mi mamá dejara de sufrir, y esa misma noche despertaba llorando. Le pedía que ya no hubiera violencia en este mundo, y al día siguiente mataron al hijo de la vecina por quererlo asaltar. Estaba seguro de que, si Dios existía, le encantaba burlarse de mí.
Aunado a eso, me empecé a dar cuenta de todas las injusticias en el mundo. Niños inocentes literalmente muriendo de hambre. Narcos decapitando gente por todo el país. Guerras por todo el mundo. Personas que no eran ni la mitad de "buenas personas" de lo que yo era, obtenían más de lo que querían.
Una de dos: o Dios se murió, o nunca existió y simplemente antes había tenido suerte. Después de muchos años de estudiar el Método Científico y las leyes de la Física y la Química, que gobiernan y describen a la perfección el comportamiento de todo el Universo, me di cuenta de que lo más seguro era lo segundo. Por fin lo entendí.
Sin embargo, el saber eso definitivamente no me hacía más feliz.
Mi vida llegó a un grado de monotonía bastante molesto. Despierta, ve al trabajo, hazte wey un rato, regresa, intenta avanzar con la tesis, date cuenta de que o eres muy tonto o eres muy huevón o simplemente no se puede, ponte a jugar Nintendo o a pendejear en internet. A cenar, a dormir. Despierta y vuelve el mismo ciclo. Mis clases de idiomas los sábados eran un poco más interesantes, pero aún así no había mucho de dónde sacar una sonrisa.
Pasaron 8 meses así. Un día ya estaba harto. Mi cabeza estaba hecha un desorden más caótico que mi cuarto, que ya es decir bastante. Empecé a pensar que en algún lado debía estar la respuesta. Aunque no estaba muy seguro de la respuesta a qué. Algo estoy haciendo mal. Algo debo poder hacer para que las cosas mejoren. ¿Por quéDios me ignora tengo tan mala suerte? Hay algo que no sé y debería saber. Me di cuenta de que llevaba buscando la respuesta ya mucho tiempo, pero no en los lugares correctos. Por fin me di cuenta de que no la iba a encontrar en los juegos de Nintendo, ni en la pornografía del internet, ni en el Messenger que por lo general estaba vacío y sólo me ponía a observar la lista de mis amigos desconectados (y mucha gente conectada con quienes la verdad no me interesaba hablar)... Empecé a recorrer todo mi cuarto, caminando desesperadamente dos pasos para allá y dos para acá, pensando en lo bien que se sentiría encontrar esa respuesta.
Y entonces apareció. Ahí, enfrente de mí. Por encima de todo el desorden. Seguramente siempre había estado ahí. Por el polvo que tenía, llevaba ahí más de un mes, encima de una montaña de apuntes de japonés, CDs grabados, copias de libros de robótica e impresiones de mi tesis. Era difícil no verlo, estaba encima de todo. Pero por alguna razón nunca lo había notado.
Era un DVD, de una película que una amiga de su trabajo le prestó a mi mamá, y que dijo que estaba "interesante". Mi mamá me pidió que le sacara una copia, y por alguna razón (probablemente derivada de la Segunda Ley de la Termodinámica, que dice que la entropía --léase desmadre-- tiende a crecer) esa copia se quedó ahí en mi cuarto, botada, abandonada a la suerte, sin ningún lugar especial. Y en ese momento, enmedio del silencio nocturno que llenaba mi cuarto y en el cual nadaban los fantasmas que atormentaban mi mente, apareció, casi casi brillando, como los tesoros en las caricaturas.
Se llamaba El Secreto.
No tenía nada mejor que hacer, así que decidí sentarme a verla.
Y desde entonces mi suerte empezó a cambiar.
Feliz Navidad a todos.
Pasaron 8 meses así. Un día ya estaba harto. Mi cabeza estaba hecha un desorden más caótico que mi cuarto, que ya es decir bastante. Empecé a pensar que en algún lado debía estar la respuesta. Aunque no estaba muy seguro de la respuesta a qué. Algo estoy haciendo mal. Algo debo poder hacer para que las cosas mejoren. ¿Por qué
Y entonces apareció. Ahí, enfrente de mí. Por encima de todo el desorden. Seguramente siempre había estado ahí. Por el polvo que tenía, llevaba ahí más de un mes, encima de una montaña de apuntes de japonés, CDs grabados, copias de libros de robótica e impresiones de mi tesis. Era difícil no verlo, estaba encima de todo. Pero por alguna razón nunca lo había notado.
Era un DVD, de una película que una amiga de su trabajo le prestó a mi mamá, y que dijo que estaba "interesante". Mi mamá me pidió que le sacara una copia, y por alguna razón (probablemente derivada de la Segunda Ley de la Termodinámica, que dice que la entropía --léase desmadre-- tiende a crecer) esa copia se quedó ahí en mi cuarto, botada, abandonada a la suerte, sin ningún lugar especial. Y en ese momento, enmedio del silencio nocturno que llenaba mi cuarto y en el cual nadaban los fantasmas que atormentaban mi mente, apareció, casi casi brillando, como los tesoros en las caricaturas.
Se llamaba El Secreto.
No tenía nada mejor que hacer, así que decidí sentarme a verla.
Y desde entonces mi suerte empezó a cambiar.
Feliz Navidad a todos.
8 comentarios:
He querido leer el libro (por alguna extraña razón tengo una manía por no ver una película hasta haber leído el libro) pero ¡se me escapa! Alguien por ahi (you know who) me dijo que puede ser porque cuando un libro (o su película) te busca, es porque lo necesitas y por ahora la urgencia no es tanta.
Sin embargo me ha dicho más o menos de lo que se trata y me parece que aunque quizá exista alguna ley de la física para darle una explicación a todo, la cosa es desearle y hacerlo bien ya con eso, estamos del otro lado.
Feliz Navidad Mecartistronico!!!
Yo creo que Dios, o la suerte en su defecto, está en nosotros. Quizás sea un secreto, porque muchos no nos damos cuenta...
Me gustó tu post, no conocía hasta hace un rato, el contenido del libro/video/película esa del secreto, entonces dije: que bien, lleva la narración hasta un punto en que se detiene frente al vacio y no sabemos si se lanzó o no. Eso es un secreto y cumple muy bien con el tema propuesto. Lo que no me gustó son los dias grises que narras (bueno, ¿a quien le van a gustar?) Que bueno que te vas, ojalá y allá descubras, aunque está dentro de tí y para ello no necesitarias irte. Pero el ambiente de acá te está haciendo mal; ojalá descubras que a pesar de lo jodido que es este infierno, a veces es posible encontrar diversión sin tomar en cuenta ni a Dios ni al diablo.
Lo importante no es si existen, lo importante es que NO IMPORTAN. Para eso puedes acostumbrarte a ver el lado positivo de ti mismo sin necesidad de recurrir a libros light y puñeteros. Eso es para clases medias cerebrales y tu no lo eres.
esos libros - pelìculas, con la disque neta del planeta me dan miedo jeje. Como cuando vi la de tù que ver$%&gas sabes (¿sì es asì?), quedè todo obsesionado con la fìsica cuàntica, y vi que hay muchas màs cosas ahi de tràs, que las onda new age con una jalada de escroto y que, como dice la marmota, la suerte te la haces tù. La actitud ante las cosas es lo que cambia la vida tuya y de los demàs.
No hay nada peor que esperar a que las cosas pasen.
...O esperar demasiado de las cosas.
No se por que pero hay veces en que tambien me siento asi, como en tus dias grises... pero bueno, hay que hacerle la lucha y demostrar que somos mas cabrones.
Feliz navidad!
"El Destino reparte las cartas, nosotros somos quienes las jugamos", dijo un tal Arturo Schopennosequé :P A mí me pasaba igual cuando era niño. Me decían "Dios está alla arriba, en el cielo". Al principio no entendía muy bien cómo podría estar en las nubes sin caerse, pero era Dios y todo lo podía, ¿no? Luego pensé que ¿por qué no bajaba? Nos hacía mucha falta. Luego conocí el panteísmo y me gustó la idea... No me imagino un Universo "ahí afuera" que no tenga un Órden, aunque yo no lo pueda comprender... A mí me pasó algo muy similar con la primera película de "¿Y tú qué @#*! sabes?" Era justo lo que necesitaba escuchar en el momento justo. Lo cierto es que tengo la fortuna de encontrarme con amigos que siempre han hecho más llevadero el camino. ¡GRACIAS!
Un poco sobre este tema: esta canción de Delgadillo: http://www33.brinkster.com/segencomp/kali/yuga14.htm(Jonás el Enterado)
¡Felices Saturnalias! http://elmonasterio.org/escritos/2006/12/23/saturnalias-navidad-y-mitra!
Lenna: qué padre que no lo has necesitado. De hecho yo creo que no dice nada que no sepas.
Gracias, felicidades también.
Andrea: precisamente. Eso he aprendido en este tiempo (poco más de un año) que me he dedicado a leer distintas opiniones sobre el asunto y a pensar en mi experiencia.
Silvestre: sí, empecé tratando de "evitar" el tema del modo en que todos lo adoptaron, como confesar secretos, y preferí sólo hablar de cómo me encontré la película esa... pero finalmente sí confesé varios secretos. Y afortunadamente, esto que cuento fue del año pasado; este año ha sido un buen año, sin importar que esté aquí o allá.
choko: yo creo que hay que ver esas películas y libros y no quedarnos sólo con lo que dicen, sino ver cómo se relaciona eso con nuestras experiencias y con las de los demás, y que cada quien saque las partes ciertas o las partes que son una analogía barata para convencernos de algo que no tiene sentido.
Miss Mac: sí, es difícil cuando las cosas te decepcionan... ése es un detalle que aún no domino. Ya viste la película? Te recomiendo también que leas este post en mi blog. Es como la aplicación de todo esto. Yo hace mucho que ya prácticamente no tengo días grises (sólo hay que traer colores en la bolsa, y ponerse a pintar). Felicitations tullú.
Kwancha: Qué te puedo decir? Si me da por hacer el mail cursi de fin de año, tú serás de los receptores (¿recipientes? ¿tuppers?). La chamba es mucho más amena sabiendo que alguien tiene el mismo sentido del humor simple/inteligente que yo.
BILFOS: no crean que no he leido sus últimos posts, lo que pasa es que sólo los puedo leer en la oficina, y desde el Google Reader porque blogspot está bloqueado, y entonces no puedo poner comentarios... y ahora sí he estado ocupado tons los leo por pedacitos... y he estado comprando y envolviendo regalos (¿cuál crisis?) y no he tenido mucho tiempo de conectarme en mi casa. Lo mismo aplica para silvestre y Odile si viene :P
Nunca he leído ese libro, ni visto la película... he oído mucho de ella, pero como muchas cosas en esta vida, no las hago simplemente porque todos los demás sí las hacen.
Y eso muchas veces me acaba jodiendo a mí...
Ahora sí la vere, inspirado por ti, primo.
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